Cuatro andaluzas para el cambio tranquilo

Isabel Pozuelo. Nació en San Fernando (Cádiz) hace 48 años. Está ligada al partido desde que el socialismo español lucía enormes patillas y chaquetas de pana, pero su trayectoria pública comenzó en 1983 como concejala de Camas (Sevilla), un puesto local que continuó en otro pueblo sevillano, Valencina, en 1987. Ya entonces era diputada provincial, primero de Cultura y después de Economía y Hacienda. También fue vicepresidenta de la Diputación sevillana y consejera de la Caja de San Fernando. Desde 1996 es diputada por Sevilla en el Congreso. Ahora, el partido le ha encomendado la secretaría de Consumidores y Usuarios. En su cartera ya empiezan a bullir asuntos como los precios de la gasolina o los billetes de más que venden las compañías aéreas. "La defensa de los consumidores en España es todavía muy nueva y está casi todo por hacer. Los consumidores somos cada día más exigentes con las empresas y con la Administración Pública".Conoce a Zapatero porque en los últimos cuatro años han sido compañeros en el Congreso. Le considera un hombre "con experiencia, capacidad de análisis y facilidad para marcar estrategias". Cree que la nueva ejecutiva ha recibido un apoyo de los delegados, que "han votado con libertad", que cierra cicatrices. Piensa que ese oleaje político de renovación llegará también a Andalucía y se verán caras nuevas -"ya se han visto en los recientes procesos electorales"-, pero no cree que el secretario general de los andaluces deba cambiar y apoya su opinión en la "capacidad de liderazgo e inteligencia política que ha demostrado Chaves en la Comisión Política desde la que ha impulsado esta renovación". Pozuelo es el brazo político de Chaves en la ejecutiva y una persona de la absoluta confianza del presidente andaluz.

Está casada y tiene dos hijas. Como socialista y como mujer, defiende la cuota de discriminación positiva que impone su partido para que las mujeres accedan a puestos de responsabilidad. En esta ocasión, la ejecutiva ha respetado la porción de tarta justa: un 40% frente al 60% de los hombres que dirigirán el destino próximo del PSOE. "Es una representación buena, se ha cumplido con los mandatos orgánicos y las mujeres de esta ejecutiva tendremos un peso específico importante. Y Andalucía queda magníficamente representada", asegura.

Las nuevas caras socialistas de las que habla ahora la gente en la calle llevan años trabajando en silencio. Isabel Pozuelo arrimó el hombro cuando los socialistas del 82 hicieron su primer cambio. Ahora esos año se recompensan con un cargo en la ejecutiva desde el que protagonizar el segundo cambio del PSOE.

Consuelo Rumí. Su apuesta decidida por la candidatura de José Luis Rodríguez Zapatero la ha aupado tras el 35º Congreso Federal a la cúpula del PSOE, de la que ya formó parte con Almunia como vocal de la Ejecutiva.

Consuelo Rumí (Almería, 1957) llevará la dirección de Políticas Sociales, Ocupación e Inmigración del partido, una de las carteras que más debe "depurar" ideales para convertirse en banderín de enganche de la mayoría social del país.

Los retos de esta parlamentaria se centrarán en la lucha contra las desigualdades sociales, la protección del Estado de Bienestar y el logro de un consenso social para aplicar en España unas medidas sobre migración de "altura moral". "Nos jugamos más que un puñado de votos. Se trata de la imagen de un país en el siglo XXI, que no puede estar ligada a la persecución policial".

Casada y sin hijos, maestra de profesión (profesora de EGB) y especialista en educación infantil, Rumí posee un talante disciplinado y servicial heredado quizá de su condición de sindicalista nata. En 1982 ingresó en la UGT, a la que considera su casa, y se afilió al PSOE en 1990. Siete años después se hizo con la vicesecretaría general de la Comisión Ejecutiva del PSOE de Almería. El domingo, tras ser llamada para ocupar su sillón en la Ejecutiva, saludó con un "palmetazo" a Zapatero, González, Almunia y, más efusivamente, a Chaves. "Con Manolo me paré más porque en este proceso todos hemos vivido una experiencia. El respeto que él ha tenido hacia todas las sensibilidades merece toda mi admiración".

La flamante secretaria federal, a quien le gusta pasear, reunirse con amigos y leer novelas policíacas, reconoce como asignatura pendiente en la nueva etapa que comienza saber reflejar los valores "de siempre" del socialismo. Conoce la importancia de su papel y, quizá por ello, bromeara con Zapatero el domingo, al hacerle éste un comentario sobre su indumentaria. "¡Qué roja vienes!", le dijo el secretario general. "Es que me has dado la cartera más roja del partido", contestó ella.

Micaela Navarro. Es por segunda vez responsable del área de la mujer del PSOE. Esta jiennense de 43 años, militante desde 1991, ha salido a la calle para escuchar a los ciudadanos después de que los socialistas hayan cerrado su congreso. Lo que ha oído le gusta: "En la calle dicen que, por fin, el PSOE tiene caras nuevas".

El contacto con sus vecinos en Andújar es una de sus fuentes de energía y las distancias cortas se han convertido en el fuerte de una militante que goza de enorme aceptación entre sus compañeros de partido. Es extrovertida, dinámica y desde que entró de la mano de Joaquín Almunia en la ejecutiva federal sabe que su lugar está con la gente, fuera de los despachos. "Los ciudadanos y los propios militantes nos han lanzado mensajes muy claros en este congreso. Quieren transparencia, claridad y que el partido esté cerca de ellos"

Micaela Navarro ha tenido poco tiempo para reflexionar sobre el área de Igualdad que le ha sido encomendada. "Sólo he podido hablar por teléfono". Lo que sí ha hecho ha sido sumar el número de mujeres que hay en la ejecutiva y sale la democracia paritaria ya que las secretarías -con tareas ejecutivas- están al 50%. La proporción a favor de los hombres aumenta en las vocalías. "Pero a mí lo que me interesa son las secretarías, donde está el núcleo de responsabilidad".

Navarro saltó a las filas políticas del PSOE desde el movimiento vecinal. En Andújar vivía en un barrio conflictivo, por lo que participaba activamente en la asociación de vecinos. En las municipales de 1991, con unos meses de militancia, fue elegida concejal. "Debería ser obligatorio para cualquier cargo público haber pasado por la política municipal, porque da otra perspectiva". En la pasada legislatura fue senadora y en la últimas elecciones lideró la lista del PSOE por Jaén al Congreso de los Diputados.

Basilia Sanz. ¿Quién es esta mujer que va a ocupar una de las vocalías en la ejecutiva socialista? Nació hace 34 años en Eibar, "la cuna del socialismo vasco y el primer lugar de España donde se proclamó la República". Lo dice una licenciada en Historia. Sus padres emigraron al País Vasco, pero ella dejó el norte porque "en aquella época sólo se podía estudiar Historia de América en Sevilla". Ahora es concejala de Dos Hermanas (Sevilla), uno de los pueblos más grandes de Andalucía y de numerosas mayorías absolutas socialistas. Está casada y tiene dos hijos. Ha sido miembro de ejecutivas provinciales y comités locales.

Un par de comidas con "José Luis" hace unos meses, la han llevado a la ejecutiva del partido.

- En esas reuniones, usted se lo ganó.

- Bueno, él me ganó a mí- dice con una sonrisa abierta.

Asegura orgullosa que Zapatero pone de ejemplo el Ayuntamiento nazareno para ilustrar su cambio tranquilo: una mezcla de concejales con experiencia y solera y una porción de gente joven con ideas e impulsos renovadores.

Ha estado al lado de Zapatero junto a otros concejales y alcaldes de la provincia. La experiencia política en el ámbito local es imprescindible "para mantener los vínculos entre el pueblo y el partido, que se habían perdido".

Es joven, es mujer y es una cara nueva, vale. "Pero no somos novatillas". Que quede claro. Por cierto, Zapatero, sí; renovación, también. Y en Andalucía "hay que renovar a la gente, pero a Chaves no". "Es nuestro presidente de partido y tiene todo nuestro apoyo".

Esta información ha sido elaborada por Carmen Morán, María José López Díaz y Carmen del Arco.