Una orquesta de mujeres actuará en Irán por primera vez en 21 años

La próxima semana se ofrecerá en Irán un concierto de música tradicional con una característica muy especial. La ciudad sureña de Shiraz va a ser testigo del primer concierto público interpretado por una agrupación musical compuesta por mujeres desde que, hace 21 años, se instaurara la República Islámica. El concierto tendrá lugar pese a la prohibición, aún formalmente vigente, de que las mujeres puedan cantar o interpretar música en público.

Las intérpretes, provenientes de Teherán y Shiraz, actuarán, el próximo 27 de julio, ante un público exclusivamente femenino, pero, aun así, su actuación pública es muy significativa en un país en el que es imposible encontrar grabaciones de cantantes o instrumentistas femeninas posteriores a la revolución islámica de 1979. En Irán, un 40% de la población tiene menos de 20 años, y, por lo tanto, son muchos los que nunca han escuchado en público a una mujer.Desde que el moderado Mohamed Jatamí accedió en 1997 a la presidencia del país, gran parte de la población ha podido ver novedades normales en otros países, pero inimaginables en Irán desde que se impuso la austera revolución encabezada por Jomeini. Por ejemplo, a finales de 1998 la televisión local empezó a difundir un espacio humorístico que causó sensación y obligó a la emisora a mantenerlo en antena, dado su gran éxito entre una audiencia que, en su mayoría, no había visto otra cosa que los serios programas religiosos y políticos, los informativos y películas de exaltación nacional que forman el grueso de la programación.

El Ministerio de Educación informó el pasado miércoles de que, el próximo curso, permitirá a las escolares de primaria utilizar ropas de colores claros y vivos, en lugar de los obligatorios uniformes negros, azul marino o marrón oscuro preceptivos hasta ahora. En la calle, sobre todo en Teherán y en las principales ciudades del país, también se aprecian los cambios, tanto entre la población femenina como entre la masculina, ya que la ropa se ha empezado a hacer más ligera y de colores más vivos, pese a que persiste la obligación de que las mujeres se cubran la cabeza y las piernas.