Las federaciones mayoritarias intentarán que la nueva Ejecutiva sea de "integración"
Si no ha sido posible el acuerdo entre candidatos, al menos el pacto puede darse tras la elección del secretario general en lo que respecta a la composición de la nueva Comisión Ejecutiva Federal. Éste será el intento hasta última hora de las principales federaciones. Los cuatro aspirantes al liderazgo del PSOE se comprometieron durante sus respectivas campañas a formar un equipo que no tenga en cuenta familias ni cuotas regionales, en contra de lo que ha venido ocurriendo en los últimos congresos. Los barones, sin embargo, no renuncian a convencer al ganador para que integre en su equipo a uno o varios de sus competidores con el objetivo de salir ante la sociedad con la imagen compacta. Será su tarea durante esta noche y la siguiente.
El candidato y presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, introdujo en su discurso de presentación en Toledo, el pasado 17 de mayo, el concepto peyorativo de reunirse en una habitación durante el congreso y pactar la composición de la ejecutiva federal. "No quiero una ejecutiva formada por retales, presiones o concesiones", dijo Bono, porque eso restaría "autonomía y autoridad" al secretario general. Este candidato siempre consideró que los acuerdos, si eran posibles, tendrían que alcanzarse antes de llegar al congreso. Pero no ha sido posible.Dirigentes andaluces y, posteriormente, de otras federaciones, intentaron que Bono y José Luis Rodríguez Zapatero llegaran a un acuerdo al presuponer que entre los dos sumaban lo que se llama "la mayoría del partido". El diputado leonés no se mostró proclive y Bono se retrajo. Antes hubo conversaciones entre los dos que tampoco condujeron a nada. Cualquier negociación pasaba por que Rodríguez Zapatero se retirara de la carrera y apoyara a Bono, pero el tiempo pasaba y ambos seguían su carrera seguros de sus posibilidades de triunfo. Muy pronto cualquier atisbo o rumor sobre negociación era anatemizado por el adversario.
Personas del entorno de Rosa Díez y de Rodríguez Zapatero también mantuvieron conversaciones después de escuchar en reuniones con delegados de distintas provincias la opinión de que ambos "simbolizan el cambio". Tampoco se fue a ninguna parte por esta vía. Y todos hablaban con todos. Los partidarios de Rosa Díez se entrevistaban con los de Matilde Fernández, y los de ésta con el grupo de confianza de Rodríguez Zapatero. Incluso se celebró recientemente un almuerzo entre el diputado leonés y partidarios de José Bono. Pero sin consecuencias prácticas.
Por tanto, quienes aspiran a que este congreso termine "con una mayoría sólida" se preparan para intentar durante esta noche y la siguiente que el ganador integre en su equipo al siguiente en número de votos, e incluso a alguno más.
Dirigentes de las federaciones más numerosas reconocen que si gana Bono, intentarán convencer a Zapatero para que forme parte de su ejecutiva, previsiblemente en el puesto de vicesecretario general.
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