Un paseo por Sevilla alejado de los tópicos

Año tras año, balance tras balance, el turismo se destapa como la principal fuente de ingresos de Andalucía. Sin embargo, la oferta turístico-cultural de la comunidad crece mucho más despacio que el número de visitas. Sólo la ciudad de Sevilla recibe anualmente más de un millón y medio de turistas, que, hasta ahora, podían optar por hacerse con un mapa y una guía y adentrarse por libre en la ciudad o por salir de expedición en grupo y pasar de puntillas -o subidos en un autobús- por los puntos típicos y tópicos de la capital.José Alfonso Muriel, un joven de 26 años licenciado en Geografía e Historia, asistió hace dos años a un curso en el Museo Arqueológico de Sevilla y ahí descubrió el verdadero patrimonio histórico de la ciudad, rincones y leyendas que no conocen la mayoría de los sevillanos y que pasan desapercibidas para casi todos los turistas. Ahí empezó a fraguar la idea de desarrollar un concepto alternativo de ruta turística que ha desembocado en Paseando por Sevilla, SL, la empresa que acaban de poner en marcha José Alfonso y tres amigos más: Alfonso Muriel, también licenciado en Geografía e Historia, Rafael Recio, con el título de Historia del Arte, y Juan Luis Navarro, abogado.

Para llevar a la práctica la idea han tenido que arriesgar todos sus ahorros, pero están convencidos de que pueden tener mucho éxito. "Los turistas acaban encantados, felicitan al guía y siempre nos dicen que eso es lo que realmente buscaban". Por ahora, ofrecen cuatro recorridos: Triana, la Sevilla Gótico-Mudéjar, la Barroca y el barrio del Arenal. Todos se hacen a pie, en compañía de uno de los cuatro cicerones de la empresa -tres filólogas y un historiador que han obtenido el carnet de guía turístico-, que durante dos horas y media invitan a los turistas a bucear por los recovecos del barrio, a adentrarse en su historia y a conocer la idiosincrasia de sus vecinos. La tarifa general es de 3.500 pesetas e incluye una parada para tapear en uno de los bares más característicos de la zona que se visite.

"Lo que ofrecemos es la posibilidad de conocer, sentir y entender la ciudad como un conjunto vivo", asegura José Alfonso. "Huimos de la imagen tópica de Sevilla, intentamos que, además de los lugares que siempre se visitan, el turista conozca aspectos interesantísimos y que se suelen pasar por alto, pero que son básicos para entender el pasado y el presente de la ciudad".

Para lograr esa conexión entre el visitante y la ciudad es básico trabajar con grupos reducidos. Cada paseo por Sevilla está abierto a un mínimo de cuatro personas y un máximo de 15. Por el momento, la ruta más demandada es la de Triana, seguida de la Gótico-Mudéjar, entre la Casa de Pilatos y la Iglesia de San Esteban.

Aunque apenas lleva 20 días funcionando, José Alfonso se siente muy satisfecho de la acogida que ha tenido Paseando por Sevilla, tanto por parte de los turistas como de las más de 10 touroperadoras y 40 agencias de viajes y hoteles a los que les han presentado su oferta. De los únicos que no han obtenido respuesta, ni positiva ni negativa, es de las instituciones a las que han pedido alguna subvención: Ayuntamiento, Junta e Instituto Andaluz de Fomento callan.