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Un marroquí muere en Barcelona tras ser apaleado brutalmente con un bate de béisbol

Un hombre de nacionalidad marroquí falleció la noche del pasado sábado en Barcelona tras permanecer cinco días en estado de coma a consecuencia de la paliza propinada por dos jóvenes de 18 años en la localidad de Sant Andreu de la Barca, situada en su cinturón industrial. La Guardia Civil ha detenido ya a los dos acusados, que en la tarde de ayer ingresaron en prisión por orden judicial. La víctima, de 40 años, se encontraba en España en situación legal. Los investigadores no se decantan aún por el móvil racista, aunque uno de los detenidos contestó a quien le increpaba con el brazo en alto, el saludo fascista.

Varios días en coma

Los hechos sucedieron sobre las tres de la madrugada del pasado día 11, cuando Fernando José Rodríguez González y Jordi Peláez Flores, ambos de 18 años, coincidieron con un grupo de marroquíes en los jardines Pedemonte, situados junto a la antigua carretera N-II a su paso por Sant Andreu de la Barca, y que por la noche quedan desiertos.Los dos grupos se enzarzaron en una discusión verbal que fue subiendo de tono y derivó en insultos mutuos, pero no pasó de ahí. Sin embargo, los dos jóvenes españoles abandonaron el lugar y regresaron al cabo de unos minutos provistos con un bate de béisbol y un palo de madera con el que golpearon a Omar A., el ciudadano de origen marroquí que más se había encarado con ellos. Para entonces, el resto de sus compatriotas habían huido, aunque en el momento de producirse la agresión la víctima estaba acompañada de otro ciudadano español que resultó completamente ileso.

Grupo de alborotadores

Tras la brutal agresión, O. A. fue trasladado en estado muy grave al hospital de Bellvitge, donde falleció la noche del pasado sábado después de permanecer varios días en coma a consecuencia de la paliza. El pasado viernes, la Guardia Civil detuvo en las inmediaciones de su domicilio de la vecina localidad de Martorell a Fernando José Rodríguez, mientras que Jordi Peláez, vecino de Sant Andreu de la Barca, se entregó la tarde del domingo.Ambos acusados pasaron ayer a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Martorell, que dictó orden de prisión incondicional.

A la salida del juzgado se produjo una situación muy tensa porque varios amigos de la víctima increparon a los dos detenidos y acusados de matar brutalmente al marroquí. Ante los insultos de los magrebíes, uno de los detenidos respondió con el brazo en alto y la palma estirada, el saludo tradicional de los fascistas. A pesar de ello, el abogado de los acusados, Javier Rodrigálvarez, negó ayer cualquier motivación xenófoba de sus defendidos, así como la pertenencia de ambos a alguna tribu de skinheads. Los dos detenidos, que no tienen antecedentes, ingresaron por la tarde en la prisión de jóvenes de la Trinitat.

El suceso ha causado sorpresa en Sant Andreu de la Barca, una población de unos 21.000 habitantes en la que habita una colonia formada por casi 200 magrebíes. Se trata de un asentamiento muy reciente, que aún no se ha convertido en gueto, dado que los precios de las viviendas son sensiblemente inferiores a los que se registran en otras localidades de la primera corona metropolitana. La población inmigrante en Sant Andreu de la Barca, no obstante, no es importante en comparación con la de otras poblaciones más próximasdel entorno de Barcelona, como Viladecans, Terrassa, El Prat de Llobregat o Sant Vicenç dels Horts, donde existe una mayor actividad agrícola o industrial que permite emplear a los marroquíes, muchas veces en situaciones de ilegalidad.

Sin embargo, éste no era el caso de la víctima, que tenía legalizada su situación y trabajaba desde hacía 10 años en Sant Andreu de la Barca, una localidad en la que hace poco más de un año fue inaugurada una mezquita que atraía a algunos de los marroquíes de poblaciones vecinas.

En este municipio no se había producido hasta ahora ningún enfrentamiento grave de tintes racistas, aunque en los últimos tiempos se habían empezado a detectar actitudes xenófobas minoritarias. El ejemplo más evidente es que en el mismo parque en el que se produjo la agresión mortal podían leerse ayer frases como Putos moros o Vivan los fachas, de similar contenido a las pintadas que desde hace unas semanas figuran en algunas paredes de Sant Andreu.

Los políticos locales sostienen que los dos detenidos pertenecían a un grupo de alborotadores "de los que se meten con todo el mundo". A pesar de estas afirmaciones, la policía pudo constatar que ninguno de los dos tiene antecedentes penales. El alcalde de Sant Andreu de la Barca, el socialista Enric Llorca, se reunirá mañana miércoles con el líder de la comunidad magrebí en la localidad para analizar la situación creada tras esta agresión mortal.Fuentes de la Guardia Civil aseguraron ayer que los investigadores barajan todas las hipótesis sobre el móvil que pudo provocar el crimen, aunque los datos recopilados hasta ahora tras las declaraciones de los implicados y de los testigos de los hechos no permiten afirmar con rotundidad que el detonante fueran actividades racistas, ni que los detenidos perteneciesen a ninguna tribu urbana o grupo de skins.

El hecho de que uno de los dos saludara al modo fascista tampoco permite a la policía concluir que se trató de un crimen racista hasta que no disponga de más datos sobre la agresión y especialmente el comportamiento anterior de estos dos jóvenes.

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