Fernández afirma ser la alternativa al "discurso vacío" de los renovadores

Matilde Fernández insistió ayer en Valencia en postularse como la única candidata a la secretaría general del PSOE que, en vez de plegarse a los designios del mercado y a las teorías de la tercera vía, se mantiene fiel al ideario socialdemócrata tradicional, abandonado según ella por sus tres rivales en el 35º Congreso Federal.Éstos, en opinión de Matilde Fernández, difunden un "discurso vacío" y son los representantes de una misma corriente, "la renovación, que se presenta dividida" al congreso y que en ningún momento se ha adentrado en el necesario "debate de las ideas". "No somos social-liberales, ni creemos en terceras vías. Defendemos la socialdemocracia, un sistema que apuesta por que el Estado influya en el mercado", añadió esta candidata a líder del PSOE.

Fernández entró de lleno en varios de los debates que han centrado el proceso precongresual: la forma de elección del secretario general y el papel que debe desempeñar Felipe González en el partido. Respecto al primer asunto, volvió a discrepar con la tesis de José Bono. Ella sí defiende la segunda vuelta, el método "lógico" para "salir con una mayoría fuerte" del congreso, según su punto de vista.

"Necesitamos un nuevo liderazgo que recupere la cohesión", dijo. "Es fundamental", añadió, que del congreso salgan "soluciones para retomar el control al Gobierno, que practica unas políticas que pueden echar al traste el esfuerzo colectivo" realizado para levantar un sistema de protección social. Según Fernández, una mayoría que no fuese inferior al 51% daría fuerza al vencedor del congreso para intentar derrotar al PP.

Esta candidata tampoco ocultó su negativa a conceder la presidencia del PSOE a Felipe González. En su opinión, ése es un puesto "de honor" que "deberíamos dejar sin ocupar" por falta de candidatos adecuados. "Los protagonistas de la vida del partido en los últimos 25 años no deberían seguir en primera línea. Felipe no debe ser presidente".