Bono y Zapatero apoyan la propuesta de Chaves, pero Díez y Fernández se oponen

El presidente de la Comisión Política del PSOE, Manuel Chaves, no tuvo problemas ayer para sacar adelante su propuesta de elección del nuevo secretario general. Sólo 4 de los 15 miembros de ese órgano de dirección pusieron objeciones, pero prefirieron no votar la propuesta y transmitir que había sido aprobada "por mayoría". Rosa Díez y Matilde Fernández se oponen a esta fórmula, en tanto que José Bono y José Luis Rodríguez Zapatero la aceptan.

Antes de empezar la reunión, Chaves había hablado con los cuatro candidatos y había obtenido el visto bueno de Rodríguez Zapatero y de Bono, en tanto que Díez y Fernández le trasladaron su disconformidad y su preferencia por un sistema de votación con dos vueltas.Durante más de dos horas, los 15 miembros de la Comisión Política debatieron sobre la fórmula de elección del secretario general del PSOE. Las objeciones corrieron a cargo de Juan Antonio Barrio de Penagos, de la corriente Izquierda Socialista, de la eurodiputada Elena Valenciano y de los diputados Francisco Fernández Marugán y Tomás Rodríguez Bolaños, estos dos últimos afines al sector guerrista. El debate fue "muy vivo", pero en tono cordial, según varios intervinientes. El interés en que no se trasladara una imagen de enfrentamiento se puso de manifiesto cuando el presidente de la Comisión Política, Manuel Chaves, a la vista de las objeciones de algunos de sus compañeros, preguntó si deseaban que explicara públicamente que había opiniones enfrentadas. Todos quedaron en que se comunicara que la propuesta había sido aprobada "por mayoría", sin necesidad de votación.

Las intervenciones de los discrepantes no tuvo un hilo conductor común. La eurodiputada Elena Valenciano se mostró preocupada con que el sistema de una sola vuelta y la concurrencia de cuatro candidatos provoque que el más votado no sume más del 37% de los votos, y el siguiente se sitúe sólo dos o tres puntos por detrás. Propuso que se fijara un mínimo de diferencia entre el primero y el segundo más votados, en torno a 10 puntos, para propiciar que el ganador saque una distancia estimable a su rival más próximo. Barrio de Penagos expuso algunas ventajas del empleo de la segunda vuelta, y Fernández Marugán y Rodríguez Bolaños enfatizaron que la Comisión Política no debía adoptar ninguna decisión, sino dejarla en manos del Congreso.

Fernández Marugán hizo después algunas consideraciones que fueron interpretadas como expresión de una preocupación por que haya algún pacto en el 35º congreso que "reeditara el pasado", en presumible alusión a una marginación del sector guerrista.