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La 'ciberjauría' humana

Una página 'web' organiza un concurso de 'caza del hombre' real a través de Internet

Pablo Ximénez de Sandoval

¿Le apetece que ofrezcan una recompensa por su cabeza? ¿Que le persiga el mundo entero? Hay gente dispuesta a contestar sí a estas preguntas. Lo prueban los más de 6.000 candidatos que ya hay registrados para participar como víctimas en RealityRun (Huida Real), el último grito en concursos que se ha puesto en marcha en la madre de todas las excentricidades: Internet.A la sombra de un nuevo concepto de concurso, el de la realidad espectáculo, del que han surgido éxitos indiscutibles como Gran Hermano o Survivor (en el que personas corrientes son observadas en situaciones límite que ponen a prueba su capacidad de convivencia), RealityRun ofrece la posibilidad de vivir una persecución real por las calles de una ciudad.

Se elige a un tipo normal, se le coloca un micrófono para que toda Internet pueda escuchar lo que hace 24 horas al día, y se le abandona en el centro de Berlín. Objetivo: darle caza. Para ello contamos con una foto distorsionada y el sonido de su vida. Sirenas, megafonía de tiendas, gente con la que habla, cualquier cosa que entre por el micrófono puede servir para intentar saber dónde está. No es un juego de rol, no es una obra de teatro contemporáneo. En www.RealityRun.com avisan de que, si el visitante tiene agorafobia, algún tipo de psicosis o depresión, no siga adelante. Debe abstenerse también la gente que no pueda soportar la idea de hacerse famoso o, simplemente, que no pueda renunciar a ducharse y comer todos los días. La misión que le espera promete ser algo más que unas vacaciones de verano gratis en Berlín. Para futuras ediciones del concurso, sus productores ofrecen la posibilidad de elegir la ciudad donde los espectadores quieren que se celebre. Si el primero es en la capital alemana, los siguientes podrán ser en cualquier otra ciudad, según rigurosa votación. Por ahora, europeas como Viena o Barcelona llevan bastante ventaja a estadounidenses como Chicago o Washington.

Según Alexander Skora, padre de la idea y uno de los cofundadores, su concurso, aunque se engloba en la categoría de los mencionados, se distingue principalmente por la parte activa que juega el público en su desarrollo. "La gente puede perseguir al fugitivo tanto en las calles de Berlín como desde su casa, en cualquier lugar del mundo, a través del RealityHunter , el brazo armado de los internautas que seguirá sus órdenes para capturarlo". Una tarea en la que ayuda la RealityBabe (Muñeca Real, el delirio), una joven más que interesante que se ocupa de la intendencia de la búsqueda, al más puro estilo Señorita Monypenny de James Bond.

Skora, un habitual en deportes extremos y de aventura, comenta que "la principal motivación de los concursantes no será el dinero, sino las ganas de vivir una experiencia límite durante 24 días, 24 horas al día". De todas formas, la organización no ha escatimado en sus recompensas: 100.000 dólares (más de 17 millones de pesetas) para el concursante si pasan los 24 días y no ha sido encontrado. Un cero menos, 10.000 dólares, para el que ofrezca la pista definitiva para cazarlo.

El comienzo de la cacería, previsto inicialmente para el día 1 de agosto, ha tenido que ser retrasado al día 14, ya que están desbordados con solicitudes para concursar, y el plazo para presentarse acaba el 21 de julio. Las pruebas de selección ya han comenzado con algunos test psicológicos y pruebas físicas. El viernes pasado se celebró en la capital alemana una de las primeras sesiones de casting. Sobre el perfil que se busca, los productores son muy claros: "Buscamos un candidato que sea inteligente, que encaje con el perfil de un fugitivo de película, es decir, física y mentalmente muy ágil".

Una vez declarados aptos los candidatos, se publica en la web su alias (Chamaleon, Insider, Eraser o Mighty Mike son algunos de los más presentables) y una foto distorsionada para que no se le reconozca. Es entonces cuando los internautas eligen a su víctima mediante el voto. La misma web está recibiendo entre 250.000 y 400.000 visitas diarias y sus responsables esperan que llegue al millón al día a partir del comienzo de la prueba.

"Cuando creas haber encontrado a nuestro protagonista, simplemente te acercas y le preguntas si es el RealityRunner. Como lleva un micrófono, inmediatamente sabremos que le han encontrado. Además, tiene orden de no echar a correr si le encuentran", puntualiza Skora. Según las reglas, también está completamente prohibido tocar a la víctima, pero todo será que se apunte a la caza algún alucinado con una granada de mano en vez de cerebro y le dé por tirar al suelo a nuestro héroe en plena Potsdammer Platz y patearlo al grito de "Dios bendiga al mundo libre". Cuidado, que están por todas partes.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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