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Las obras de reforma de la plaza de Benavente regalan más espacio urbano a los peatones

El Ayuntamiento continúa su plan para adecentar las calles ocupadas por grandes teatros

La plaza de Benavente, en el distrito Centro, a un suspiro de la Puerta del Sol, cambia estos días la piel. El Ayuntamiento ha abierto las carnes de este espacio urbano para acometer una reforma global que se inició en enero y debería concluir, según los planes municipales, antes de que finalice julio. Para dentro de unos días, según el diseño aprobado, la mayor parte de la plaza será de uso exclusivo para los peatones. La obra forma parte de un plan para trazar por el interior de Madrid una estela que unirá los principales hitos teatrales de la ciudad.

La plaza de Jacinto Benavente fue denominada así en honor del dramaturgo que obtuvo el Premio Nobel en 1922. Anteriormente fue llamada de la Bolsa, denominación que todavía nombra una de las calles que desembocan en ella. Las otras vías son Carretas, la de la Cruz, Atocha, Doctor Cortezo y Concepción Jerónima. La céntrica plaza alberga varias dársenas con paradas de autobús que, tras las obras, serán reducidas.El contorno muestra algunos de los desajustes estéticos y urbanísticos más destacados del centro de la ciudad.

El proyecto de reforma de la plaza data de septiembre de 1999. La Empresa Municipal de la Vivienda encomendó a Luis del Rey, ex decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, un plan que integrara la plaza dentro de un itinerario singular.

El recorrido cultural fue ideado para señalar algunos de los principales signos, y símbolos, de la vida escénica madrileña, teatro y cine, señaladamente. La estela que traza el itinerario va acompañada por actuaciones de rehabilitación de aceras, calzadas, plazas y fachadas. El proyecto se inscribe dentro del Plan Urban, financiado con fondos europeos.

Hasta el momento, la zona de la plaza de San Ildefonso y la calle del Pez, del teatro Alfil, más la zona de la plaza de Tudescos, la plaza del Carmen, los cines Luna, el teatro Albeniz, todo el área de la calle del Príncipe, con sus teatros, han recibido la visita de obreros, urbanistas y aparejadores. Como en Benavente. "Estamos colocando en la plaza de Benavente placas de granito y otras de cemento. Además", dice uno de los responsables de las obras, "empleamos un tipo de adoquín de color anaranjado, similar al de las piezas de cerámica, que otorga un aire cálido al suelo".

"Trabajamos con un handicap importante", explica uno de los técnicos consultados. "La tela asfáltica impermeabilizante que recubre el techo del estacionamiento subterráneo de aquí abajo", dice señalando al suelo, "se encuentra a apenas 30 centímetros, con lo cual hemos de operar con sumo cuidado", dice. "Sobre esa estructura de vigas, que pesa seis toneladas, se alzará la peana de granito y la estatua de la musa de don Jacinto Benavente que se encuentra en el Retiro. ¿Dónde?", se pregunta, "yo, no lo sé", responde el mismo encargado. Se refiere a la estatua de bronce de unos tres metros de altura, que corona un soporte algo mayor y representa a una musa. Alza sobre su cabeza una máscara. La estatua, en bronce oscuro, se yergue sobre una peana de granito, con figuras a cincel sobre sus tres facies, quedando la primera para una inscripción. Sobre una corona que abraza un medallón con el perfil del dramaturgo y una leyenda reza: "Jacinto Benavente, 1866-1954".

El hito monumental se encuentra en medio del parterre del parque del Retiro, a la altura de la puerta de Mariana de Neoburgo, que da al Casón del Buen Retiro. "La estatua pesa unas veinte toneladas", explica el encargado de la empresa ferrovial. "¿Aguantará aquí, sobre el estacionamiento subterráneo de la plaza?", se le pregunta. "Ha de aguantar, para eso se están haciendo todas estas obras", sentencia. Nadie ha confirmado oficialmente el viaje de la musa de Benavente a su plaza.

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