Mayor afirma que ETA pretendía matar a los policías que desactivaran la bomba de Madrid

rid El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, está convencido de que el coche bomba colocado por ETA en la calle del Carmen de Madrid era una emboscada para matar a los policías que fueron a desactivar el explosivo, del que alertó una llamada en nombre de la organización terrorista. "Es evidente que podía haber sido trágico", dijo ayer Mayor, quien opinó que ETA "dosifica sus asesinatos" para administrar el "frente nacionalista". El titular de Interior dijo también que los vídeos de seguridad de los centros comerciales de la plaza de Callao son "un elemento esencial" para identificar a los etarras.

El ministro confirmó a la Cadena SER que ETA quería "alcanzar a una serie de agentes de policía". "Pretendían un efecto enorme en la sociedad española y en la madrileña", sentenció Mayor, que repitió su tesis de que la banda terrorista "dosifica los asesinatos" para poder controlar a los partidos integrantes del pacto de Lizarra: PNV, EA y EH. "Aunque no descarta matar si alguien se le pone en el camino, lo que es obvio es que mataría más personas si además no tuviese que administrar un frente nacionalista", concluyó el titular de Interior, que descartaba así que ETA buscara una masacre arbitraria con el coche-bomba de Callao.

Enrique, el inspector-jefe que acudió a las seis de la mañana del miércoles tras la llamada que anunciaba, en nombre de ETA, la existencia del coche-bomba, explicaba ayer que "tenía claro que era una trampa", por lo que sólo se acercó lo suficiente para leer perfectamente el número de la matrícula. El herido más grave, Saúl Goldblat, un indigente israelí de 52 años, evolucionaba ayer favorablemente después de ser intervenido de su fractura de pelvis.

"Vamos a seguir haciendo" -dijo Mayor Oreja- "todos los visionados necesarios" de los vídeos de seguridad de los centros comerciales de la zona, que son, confirmó, "uno de los elementos necesarios de las pesquisas" para identificar a los culpables.

Los terroristas tomaron precauciones para que sus caras no quedaran grabadas, indicaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista. Las cámaras registraron a dos individuos que llegaban a la plaza a las 5:56 con los parasoles del vehículo, un Renault 21, bajados. Uno de ellos llevaba una gorra, y ambos se bajaron del coche "dando la espalda a la cámara y en posición forzada". Las mismas fuentes afirmaron que los terroristas habían estudiado la zona y que personal de apoyo les esperaba en otro coche.

Para Mayor, es casi seguro que el comando Madrid tiene en la capital una infraestructura de pisos y garajes. El hecho, indicó, de que el coche fuera sustraído en febrero, en el barrio de Carabanchel, "permite casi asegurar que ese vehículo había sido escondido en un lugar de Madrid". La seguridad del centro de la ciudad y de las zonas de mayor afluencia turística se reforzará en julio y agosto con al menos 60 policías nacionales. El Plan Verano de seguridad se puso en alerta tras el atentado del miércoles.

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, anunció ayer en Bruselas que la reunión Junta de Seguridad del País Vasco se celebrará el próximo día 19 en Vitoria y que acudirán tanto él como el ministro del Interior. La última reunión de este órgano fue a finales de 1996. Balza volverá a pedir el incremento de la plantilla de la policía vasca, a lo que se ha opuesto hasta ahora Mayor.

La Comisión Bilateral Fuerzas de Seguridad-Ertzaintza, en la que participarán representantes del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y laErtzaintza, tendrá como objetivo principal conocer las informaciones incautadas a los comandos de ETA, evaluar los riesgos que sufren las personas amenazadas y decidir qué cuerpo protege a los amenazados.