Comienza el trabajo para Greene, Michael Johnson y Marion Jones
Los reyes mundiales de la velocidad masculina y femenina Maurice Greene, Michael Johnson y Marion Jones se juegan de aquí al domingo de la próxima semana sus aspiraciones al oro olímpico en Sydney. Los tres participan en las eliminatorias de Sacramento (California), de donde van a salir los atletas norteamericanos que en septiembre estarán en Australia. La disputa por la corona de los 200 metros, que Greene quiere arrebatar a Johnson, está teñida de animosidad personal. Jones, que ha dicho que quiere conseguir cinco oros en Sydney, deberá probar en Sacramento que ha mejorado en el salto de longitud.Greene es el hombre más rápido del mundo, con 9,79s en los cien metros, además de un doble campeonato mundial en la distancia. Y también dispara palabras con la mismas velocidad, con Johnson en el punto de mira. Johnson, campeón olímpico en 200 y 400 metros lisos en Atlanta, donde el oro del podio fue precedido por el oro de sus zapatillas, ambiciona convertirse en el primer atleta de la historia que repite primer puesto en esas distancias en dos Juegos consecutivos, y Greene quiere impedírselo a toda costa.
"Quiero que se me conozca como el mejor sprinter de todos los tiempos", dice Greene, quien no vive por añadir los 200 metros a los 100 que ya tiene. Greene y Johnson se han enfrentado dos veces en el doble hectómetro, en la Clásica Prefontaine de Eugene (Oregón). En 1997 ganó Johnson, y en el 98 Greene. Este año, con el conflicto verbal apenas controlado, Johnson prefirió dejar la justa en la pista para Sacramento y en Eugene sólo corrió los 400. Johnson, de 32 años, acusa a Greene, de 25, de inmaduro y de faltarle al respeto por el modo en que presenta sus aspiraciones deportivas y por devaluar sus éxitos "Yo no corrí en las carreras en las que él consiguió sus récords", dice el abrasivo Greene, que no estuvo en Atlanta por lesión. "Tiene magníficas marcas, pero no las ha conseguido corriendo contra mí", asegura.
Marion Jones busca la clasificación en los 100 y 200 metros lisos y en los dos relevos, además del salto de longitud, las cinco pruebas en las que dice quiere conquistar el oro en Sydney, una colección de metal no conseguida de una tacada por nadie en el atletismo. En las carreras no hay dudas, aunque Inger Miller quiere plantear en los 200 un choque como el masculino, pero el salto sigue siendo el gran reto de Jones, que se empeña en disputarlo a pesar de no dominar la técnica.
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