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El consejo de Cantábrico expulsa a su primer accionista, TXU, de la comisión ejecutiva

La crisis ha estallado. El Consejo de Administración de Hidrocantábrico aprobó ayer la expulsión del comité permanente de la compañía del consejero delegado de Texas Utilities -primer accionista de la eléctrica, con el 19,2% de las acciones-, Philip Tuberville. Asimismo impulsará un procedimiento judicial de arbitraje para dirimir las diferencias con TXU. El principal motivo esgrimido es el incumplimiento por TXU del compromiso de no adquirir acciones de la eléctrica más allá del 5% y sus posibles acuerdos con la eléctrica belga Electrabel, que ha adquirido el 10% de Cantábrico.

El cese de Tuberville como miembro de la comisión permanente de Cantábrico -la destitución como consejero la tiene que aprobar una junta de accionistas-, porque TXU "no se ha comportado como procede en un miembro del comité permanente del consejo de administración", fue comunicado ayer a la Comisión de Valores. La medida, que contó sólo con la oposición de los dos consejeros de TXU -el consejo de Cantábrico, tras la salida de La Caixa y el Banco Herrero del accionariado, está compuesto por 15 miembros-, no sólo se dirige contra la compañía estadounidense. En la comunicación remitida a la CNMV se indica que el consejo de Cantábrico apoya las investigaciones que el órgano de control bursátil inició tras la entrada de Electrabel en el accionariado de la compañía asturiana y se explica que "TXU Europe y Electrabel podrían haber actuado de forma concertada en sus adquisiciones, superando con ello la participación significativa del 25% prevista en el Real Decreto 1197/1991, de 26 de julio, sobre régimen jurídico de las ofertas públicas de adquisición".

En su comunicación, Hidrocantábrico se queda a un paso de las acusaciones directas contra TXU y Electrabel. Pero para abonar la tesis de que ambas compañías están llevando a cabo una estrategia perfectamente medida y acordada en Cantábrico -de probarse podría suponerles sanciones de hasta el 5% de sus recursos propios- informa a la Comisión de que, "a lo largo de los últimos meses, la compañía ha sido informada por TXU Europe acerca de diferentes negociaciones mantenidas por esta entidad con Electrabel, algunas de las cuales tenían por objeto la posibilidad de formular una OPA conjunta sobre Hidrocantábrico".

Añade además: "En la reunión del consejo celebrada el pasado día 6 de julio, TXU Europe negó la existencia de acuerdos con Electrabel. No obstante, al día siguiente, y a instancias de la CNMV, se hizo público un acuerdo entre ambas compañías fechado el 4 de julio". Dicho acuerdo consiste en un pacto de compraventa por el que Electrabel se compromete, si ello fuera necesario, a vender a TXU hasta un 4,9% de sus acciones (10%), a un precio de 22,75 euros por acción.

Agravios

Aunque no se menciona en el comunicado enviado a la CNMV, fuentes de Cantábrico añaden otro elemento a la lista de agravios de TXU. En concreto señalan que las compras efectuadas por la compañía estadounidense y Electrabel a La Caixa y el Banco Herrero se realizaron el lunes 3 de julio y no fueron comunicadas a la CNMV hasta la noche del día siguiente a las 21.30.Aquellas compras, que permitieron a TXU elevar su participación hasta el 19,2% y a Electrabel entrar con un 10%, incomodaron mucho a los grupos de accionistas más significativos, como Masaveu y Carceller, que se sintieron traicionados por compradores y vendedores. La empresa mantiene la cláusula que impide votar por más del 10% del capital, aunque se tengan más acciones.

Ahora, Cantábrico, TXU y, de forma indirecta, Electrabel -ésta no tiene consejeros en la compañía- tendrán que hacer frente a la elección de un árbitro que determine las responsabilidades de cada cual en la polémica. En caso de que el procedimiento arbitral no diera resultado, el enfrentamiento tendría que resolverlo un juez.

Este choque de intereses es el penúltimo capítulo de un auténtico culebrón empresarial que se inició en marzo con la OPA de TXU sobre Cantábrico, la contraoferta de Unión Fenosa -vetada por el Gobierno- y la búsqueda de otros socios por parte del presidente de Cantábrico, Óscar Fanjul.

Tuberville calificó ayer la decisión del consejo de "decepcionante", manifestó su deseo de que la reconsidere y anunció que su compañía mantendrá su "compromiso con Hidrocantábrico".

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