Arenas pide un PP unido para abordar los cambios pendientes y distinguirse del PSOE

El secretario general del PP, Javier Arenas, convocó ayer en Logroño a unos 800 invitados a la primera Interparlamentaria del partido conservador para prevenirles contra cualquier conato de división, discrepancia o falta de coherencia en su proyecto de futuras grandes reformas estructurales: Inmigración, Plan Hidrológico Nacional, Humanidades y Financiación Autonómica. Arenas alertó de que "ningún partido puede afrontar esos asuntos si no está unido, sólido y coherente" y reprochó al PSOE que "haya renunciado a su condición nacional".

El PP está mucho más que satisfecho ante el "éxito", la "trascendencia pública y mediática" y la "proyección" que ha adquirido la exposición de sus ideas, recogida en la Declaración de San Millán de la Cogolla, sobre la reforma de la enseñanza de las Humanidades. Tanto que ahora estudia exportar esta misma fórmula para otras materias. Además, los populares no han observado ninguna crítica razonable o de fondo en las posiciones del PSOE y de otras formaciones nacionalistas ante su Declaración.En la clausura de estas jornadas en La Rioja, Arenas optó de nuevo por emitir una serie de mensajes moderados hacia los demás partidos para que se impliquen en sus propuestas de grandes reformas para el futuro. Pero también soltó alguno de sus aguijonazos particulares y cuestionó a las formaciones nacionalistas por estar ancladas en posiciones políticas de hace más de 20 años: "Se han quedado en el 77 o 78". Por el contrario, opinó que el PP es el que mejor se ha adaptado a la España de las autonomías.

En ese lenguaje permanente de tira y afloja, Arenas prometió constantes reformas para mantener con vida a su partido y apostó por la fórmula del consenso y el diálogo "porque así se multiplican los efectos positivos". Fue entonces cuando criticó al PSOE por haber dejado de ser un partido nacional y cuando comentó que, ante asuntos de la trascendencia de la Inmigración, el Plan Hidrológico Nacional, las Humanidades o la Financiación Autonómica, se requerían formaciones "unidas, sólidas y coherentes". El secretario general del PP subrayó que este mensaje vale para explicar en gran parte la complicada situación que vive el PSOE y también para prevenir futuros problemas a su propio partido.

Tras desarrollar esas ideas, Arenas no se resistió a mofarse de las declaraciones de algunos dirigentes socialistas o nacionalistas contra la Declaración de San Millán de la Cogolla. Sobre la postura de Manuel Chaves comentó que su descalificación del manifiesto antes de leerlo explicaba "una de las razones de lo que le ocurre al PSOE". Y se rió literalmente cuando describió la queja de Chaves porque el PP hubiese afrontado esta Declaración en solitario. Arenas ironizó sobre si Chaves pretendía que a partir de ahora las Interparlamentarias del PP se convocasen con el PSOE.

Sobre los recelos nacionalistas, Arenas se mostró dispuesto a dialogar con los que compartan la Constitución, aunque les instó a que "apreciar lo propio no signifique desprecio a lo común, porque cultivar lo común es una buena inversión para todos los españoles".

Antes que Arenas, la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, ex ministra de Educación en la época en que el Gobierno intentó, en 1997, aprobar otro decreto de contenidos mínimos en las enseñanzas, se sacó la espina de aquel fracaso culpando al PSOE de "hacer naufragar" aquel episodio. También apuntó que entonces se perdió "la batalla política pero se ganó la de la opinión pública" y acabó por recordar que si ahora el diálogo no funciona su partido debería cumplir su promesa electoral de cambiar el sistema educativo.