Dempsey confirma presiones europeas a favor de Alemania 2006

Los "intereses europeos" tuvieron la culpa. Aún sin especificar a qué intereses se refería, Charles Dempsey, el representante de Oceanía que se abstuvo en la votación para elegir la sede del Mundial 2006, dándole así el triunfo a la candidatura de Alemania, confirmó que había recibido presiones, e incluso amenazas telefónicas, para que su decisión inclinara la balanza del lado alemán. La hija de Dempsey señaló directamente a la UEFA, a la que acusó de exigir cobrarse favores anteriores.

"No quería crearle enemigos a Oceanía". Éste fue, según la versión que dio ayer, el noble propósito que empujó a Dempsey, presidente de la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC), a abstenerse en la votación para elegir la sede del Mundial 2006 de fútbol, que finalmente recayó en Alemania al adjudicarse el sufragio final por 12-11. La abstención de Dempsey impidió el empate, que hubiera dado doble valor al voto de Blatter, presidente del FIFA, para romper la igualada. Y Blatter votó a Suráfrica.Durante los últimos días, Dempsey reconoció que había recibido presiones y ayer confirmó públicamente ese extremo. "Se me puso en claro, por parte de intereses europeos muy influyentes, que si votaba a favor de Su-ráfrica, mi decisión tendría un efecto perjudicial dentro de la FIFA para Oceanía. Lo que hice fue evitar que mi Confederación se creara ese tipo de enemigos".

Dempsey aseguró que durante los días previos a la votación vivió una presión intolerable, recibiendo llamadas telefónicas nocturnas, "una de ellas amenazante", y sintiéndose acosado por personas involucradas en las distintas candidaturas. "Ustedes tenían que haber estado en la votación", les dijo a los periodistas, "y haber visto la locura que reinaba y la forma en que todo el mundo comerciaba para obtener votos".

Pero Dempsey, por consejo de sus abogados, no quiso profundizar en la cuestión, poniéndole nombres y apellidos a lo que él llama "influyentes intereses europeos". Sí lo hizo su hija, Josephine King, secretaria general de la Confederación que preside Dempsey. Según King, en el pasado la UEFA ayudó a su organización y ése es el motivo por el que se vio legitimada para "intentar cobrarse esos favores". En su explicación, King dijo que su padre tenía carta blanca para votar como quisiera, lo que algunos miembros de la OFC negaron ayer, amén de indicar que no estaban de acuerdo con la abstención de su presidente.

Dempsey hizo pública una carta remitida por David Will, vicepresidente de la FIFA, en la que le aseguraba estar "consternado" por la forma en que fue tratado tras su abstención. "Quiero destacar", añade Will en su misiva, "que Dempsey me telefoneó tres veces el día de la votación para comunicarme que había recibido presiones. Por ello sintió que, votara como votara, su integridad personal iba a ser atacada por el bando perdedor". Will agregó que Dempsey había declarado antes de la votación "que apoyaría a la candidatura de Inglaterra y que, si éste era eliminado, se abstendría". Sea como fuere, el caso es que Suráfrica ya ha anunciado que estudia la presentación de un recurso si se confirman las irregularidades, pero la FIFA, en un comunicado, considera que la decisión de Dempsey "es un asunto personal", y que la elección de Alemania "irrevocable".