El acceso a la vivienda es más difícil que en 1995 al crecer los precios más que los salarios
El acceso de los valencianos a una vivieda ha empeorado en los últimos años, al revés que en conjunto del Estado español. Si bien es cierto que los pisos son más baratos que en otras autonomías y que la accesibilidad sigue siendo mejor que en la mayoría, mientras para los españoles ahora es más fácil comprar su vivienda, para los valencianos la tendencia ha sido inversa. Si en 1995 el precio medio suponía 2,8 veces el salario anual, en 1998 aumentó a 2,9. La explicación está en que los precios han aumentado a un ritmo mayor que los sueldos, sobre todo para los obreros.
Peor para los obreros
Según el libro Vivienda y familia, un estudio publicado por la Colección Editorial de la Fundación Argentaria que analiza cuánto se destina del sueldo familiar a la compra de una vivienda y qué esfuerzo supone en las distintas autonomías, la situación ha empeorado para los valencianos en los últimos años. Siempre con las reservas que supone el hecho de que, tradicionalmente, el precio de la vivienda ha sido más barato en la Comunidad Valenciana y que por tanto la accesibilidad es mejor en esta autonomía que en otras. Pero la tendencia, en comparación, ha sido a peor.Así, si en 1991, acceder a una vivienda tipo de 90 metros cuadrados suponía invertir una cantidad equivalente a 3,2 veces el salario medio de los valencianos, el esfuerzo bajó a 2,8 en 1995, mejora que no progresó en los siguientes años: en 1998, la relación precio de la vivienda/salario anual subió a 2,9.
Fuertes subidas
Según el estudio los tres años destacados son claves en la evolución de los precios: 1991 marcó el "pico del ciclo especulativo en el mercado residencial", 1995 supuso "una moderada recuperación del mismo con un flujo de demanda estable reducido", y en 1998 "se han comenzado a recuperar los precios a ritmos más intensos".
En el conjunto de España esas tres fechas se han saldado, al revés que en la Comunidad Valenciana, con un descenso continuo del esfuerzo inversor para las familias: del 4,3 de 1991, se pasó al 3,6 en 1995 y todavía se bajó más en 1998, con un 3,5.
El aumento desde 1995 ha sido aún mayor si sólo se cuentan las viviendas nuevas, cuya evolución ha sido mucho peor: 4,4 en 1991, 3,2 en 1995 y, 3,5 en 1998. Por contra, en el sector de las viviendas usadas la ratio se ha estabilizado más estable: 3,0 , 2,7 y 2,7. Una estabilidad que se ha mantenido, tras el boom especulativo cuyo pico marcó 1991, en el resto de España tanto para la vivienda nueva (5,6-4,1- 4,1) como para la usada (4,2-3,4-3,4).
Pero la situación en la Comunidad ha tenido una agravante: la pérdida de capacidad para adquirir una vivienda ha afectado más todavía a las familias de rentas bajas. El estudio segrega su análisis en dos categorías, empleados y obreros, y revela que la pérdida de accesibilidad es mayor en estos últimos.Así, si para los empleados la evolución ha sido 2,4, 2,2 y 2,2, el esfuerzo de los obreros sigue siendo mucho mayor: 3,8, 3,5 y 3,5, y han experimentado un aumento de su esfuerzo inversor especialmente fuerte en el sector de la vivienda nueva, al pasar los precios de 4 veces su salario en 1995 a 4,3 en 1998 (los empleados de 2,5 a 2,7).
En este análisis, evidentemente, hay que tener en cuenta los dos factores más importantes; el precio de las viviendas y la evolución de los salarios. Y en ambos casos la tendencia en la Comunidad Valenciana sale peor parada que en el resto de España. Así, el precio medio del metro cuadrado ha aumentado en España entre 1991 y 1998 un 10,9%, (de 107.543 pesetas a 119.338) mientras que en la Comunidad Valenciana el porcentaje es casi un triple (un 27,3%) al pasar de las 68.690 pesetas a las 87.454. Lógicamente, este estudio no contempla, al cerrarse con datos de 1998, no contempla las fuertes subidas que ha experimentado el año pasado, cifradas en más de un 10%.Otra factor que analiza el estudio Vivienda y familia para analizar el acceso a la vivienda es el esfuerzo que supone afrontar las hipotecas. Y la evolución aquí también ha sido peor en la Comunidad Valenciana que en el resto de España. Si en 1991 los españoles tenían que dedicar el 66% de sus ingresos medios para afrontar las letras, en 1999 el porcentaje bajó a 35%. En las tres provincias el descenso es inferior: Valencia (58% a 37%), Castellón (77% a 41%) y Alicante (60% a 32%).
De cualquier forma el estudio de Argentaria, que ha utilizado datos del Ministerio de Fomento y del Instituto Nacional de Estadística, siempre sitúa a la Comunidad Valenciana entre las autonomías en las que hay una mayor accesibilidad a la vivienda, en los niveles de Andalucía, Aragón, Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha. El estudio pone los límites de la accesibilidad en un precio de la vivienda tipo que esté entre 2 y 3,5 el salario medio anual.
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