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Venus, Serena, sus padres y sus perros

Las semifinales femeninas de Wimbledon parecen haberse convertido en un asunto de la familia Williams. Y eso es más serio de lo que parece. El enfrentamiento entre las dos hermanas, Serena y Venus, ha logrado desplazar incluso al que protagonizarán la estadounidense Lindsay Davenport, la actual campeona, y la australiana Jelena Dokic, a pesar de los espectáculos que suele montar Damir, el padre de ésta. La verdad es que los desplantes del señor Dokic, un ex boxeador serbio, pasan a un segundo plano cuando la familia Williams se toma su protagonismo en serio.Ayer, el padre de las dos jugadoras negras ya anunció que no verá el partido y que va a reconciliarse con el alcohol por primera vez desde 1958, en que dejó de ingerirlo. "Es muy simple", respondió cuando se le preguntó sobre su papel en el palco mientras sus dos hijas se enfrenten en la central. "No podré ver el partido. Asistiré a un funeral

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y después me tomaré una cerveza".

Tanto Venus como Serena lo entendieron a la perfección. "Al fin y al cabo, si estuviera en el palco tampoco nos hubiera dicho nada especial", argumentó Venus, de 20 años. Sin embargo, mucho más explícita y reflexiva resultó su hermana menor, Serena, de 18 años. "Yo tendría el corazón partido si mis dos pequeños perros, Jackie y Star, tuvieran que enfrentarse. Creo que es demasiada presión para mi padre. Probablemente, yo tampoco quisiera ver jugar a mis perros".

La cuestión es que las dos van a enfrentarse y sólo una accederá a la final. Será la tercera vez que la familia Williams disputa una final del Grand Slam. La primera en lograrlo fue Venus, que perdió frente a Martina Hingis en el Open de Estados Unidos de 1997. La segunda, Serena, que ganó el Open de Estados Unidos frente a Martina Hingis el año pasado. En Wimbledon es la tercera vez en la historia que se enfrentan dos hermanas, pero la única en que este duelo se produce en las semifinales. Antes lo hicieron Maud y Lilion Watson (1984) en primera ronda, y Gail y Carol Sherriff-Chanfeau (1966) en la tercera.

"Para nosotras no es un partido especial", confesó Venus. "Al final, una de las dos estará triste; pero mucho menos que si hubiera perdido contra cualquier otra jugadora. A mí no me importa si me enfrento a Serena o a Pete Sampras. Estoy aquí para ganar. Ése es mi objetivo". Entre sonrisas y en tono irónico, Serena afirmó: "Sé que mi rival es muy grande, que tiene un buen servicio, que es madame ace. Pero yo soy mama smash. Las posibilidades de ganar están repartidas". Por el momento, Venus supera a Serena por 3-1. Pero Serena ganó el último duelo el año pasado en la Copa Grand Slam.

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