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La firma belga Electrabel irrumpe en la pugna por Cantábrico al comprar el 10% de su capital

La Caixa y el Banco Sabadell abandonaron ayer el accionariado de la eléctrica Hidrocantábrico. La Caixa vendió el 11,6% que controlaba a través del Banco Herrero, y el Banco Sabadell, su paquete del 3%. Contabilizado otro 0,26% de pequeños accionistas, ayer se vendieron 17,2 millones de acciones de Hidrocantábrico -un 15,2% del capital- a 22,75 euros por acción. Las acciones fueron a parar a manos de la eléctrica belga Electrabel, filial de la francesa Suez Lyonnaise des Eaux, que compró un 10%, y de la estadounidense TXU (5,26%), con lo que alcanza el 19,2%.

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Nuevo capítulo en las luchas por el poder en Hidrocantábrico. Texas Utilities (TXU), que abrió la pugna con el lanzamiento de una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) en marzo, sigue aumentando su presencia en la firma asturiana, mientras La Caixa, uno de los accionistas de referencia, y el Banco Sabadell abandonan la pelea. En el episodio de ayer, tal como comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), TXU elevó su presencia un 5,26% hasta el umbral del 20%, y La Caixa se desprendió de su 11,6%. TXU aseguró en un comunicado que, pese a ese aumento, no tiene intención de lanzar una nueva OPA sobre la compañía.Al precio de 22,75 euros por acción (3.875 pesetas), el importe de las compras y ventas registradas ayer se elevó a 65.401 millones de pesetas. De ellos, aproximadamente 49.900 millones fueron para La Caixa y 14.583 para el Banco Sabadell.

Dos son los hechos más significativos de la operación anunciada ayer: la salida de La Caixa y del Banco Sabadell del accionariado de Hidrocantábrico tras la batalla desatada en torno a la eléctrica asturiana en la primavera -con las OPA cruzadas de TXU y de Unión Fenosa- y la entrada de un nuevo agente en el mercado eléctrico español, la compañía belga Electrabel. Ésta está controlada por el grupo francés Lyonnaise des Eaux a través de Tractebel. Se da la circunstancia de que La Caixa tiene el 1,5% de Lyonnaise des Eaux, por lo que, indirectamente, mantiene una mínima presencia. En la compañía, varios municipios belgas controlan un 4,68% del capital, pero la presencia pública no es tan sustancial como para generar problemas al igual que ocurrió con el intento de compra por parte de Electricité de France (EdF) a través de su filial alemana EnBW. Aquel intento fue vetado por el Gobierno español que hizo llegar a la filial de EdF la rotunda oposición a su entrada en el mercado eléctrico español por el carácter de monopolio estatal de la sociedad dominante. EnBW. En este caso, no es probable que se repita la situación. Electrabel es, formalmente, una compañía belga, aunque controlada por la empresa francesa Suez Lyonnais des Eaux y si bien domina ampliamente su mercado natural, es una compañía privada.

El desembarco de Electrabel, que controla, informa Walter Oppenheimer, un 88% de la producción eléctrica en Bélgica y un 91% del transporte de energía eléctrica, se produce pocas semanas después de que el Gobierno español vetara la oferta pública de compra sobre Hidrocantábrico por parte de Unión Fenosa.Se produce también pocos días después de que el Ejecutivo aprobara el paquete de medidas liberalizadoras que, entre otras cosas, prohíbe a las dos grandes compañías españolas del sector, Endesa e Iberdrola -controlan más de un 80% del mercado-, aumentar su capacidad de producción.

Significativamente, fuentes de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el organismo encargado de supervisar el funcionamiento del mercado español, aseguraron ayer que la operación conocida ayer es "una buena noticia".

La venta de acciones por parte de La Caixa y del Banco Sabadell fue recibida con cierta sorpresa en Hidrocantábrico, que anunció la convocatoria de un consejo urgente para "recibir más información" y analizar la nueva situación creada.

También fue recibida con sorpresa e, incluso, con cierto enfado por parte de otros accionistas significativos de Hidrocantábrico que, en su momento, y con ocasión del cruce de ofertas de compra de la primavera, parecían haber acordado con La Caixa la venta de acciones de forma simultánea. En este sentido, en medios empresariales asturianos se hacían cábalas sobre la actitud que puedan tomar los grupos Masaveu y Carceller, que controlan entre ambos alrededor de un 8% de la eléctrica asturiana.

Otro punto importante, según señalaban fuentes cercanas a la operación, es la decisión que pueda tomar la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una vez que examine las operaciones que le han sido comunicadas. Entre TXU y Electrabel controlan ya más de un 30% de Hidrocantábrico. Si el órgano supervisor del mercado de acciones llegara a la conclusión de que estadounidenses y franco-belgas han hecho una operación concertada, podría obligar al lanzamiento de una OPA.

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Curándose en salud, el comunicado de TXU de ayer explicaba que "la compra [del nuevo paquete del 5,2%] se ha producido como respuesta a una oferta no solicitada". "Se ha presentado una oportunidad para optimizar nuestra posición en Hidroeléctrica del Cantábrico" explicaba el consejero delegado de TXU, Philip Tuberville en el mismo comunicado "que hemos pensado, en interés de nuestros accionistas, que no podíamos desaprovechar".Las compras de la compañía estadounidense pueden enconar las diferencias que mantiene con la dirección de Hidrocantábrico que encabeza Óscar Fanjul. En 1998, cuando entró en la compañía con un 5%, TXU se comprometió a no aumentar su participación hasta finales del próximo año. El incumplimiento de aquel compromiso provocó la pasada primavera la amenaza por parte de la direcciòn de Hidrocantábrico de interponer un recurso contencioso.

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