¿Es éste de verdad el Olano nuevo?
La pobre prestación del ciclista guipuzcoano en la contrarreloj del pasado sábado permite hacerse preguntas sobre su preparación para la ronda francesa
Uno de los grandes fetiches del Tour es la llamada ciencia de la preparación para la carrera. Teóricos y prácticos se han lanzado los últimos años a elaborar tesis y contratesis. Un nuevo argot ha crecido a su sombra y algunas expresiones ya han entrado en el vocabulario general: picos de forma, corro pero no disputo, entrenamientos con dorsal... Todas son buenas hasta que se demuestra lo contrario y Abraham Olano podría escribir un libro sobre el asunto. El ciclista guipuzcoano está corriendo su séptimo Tour. Exceptuando los dos primeros, gregario de Tony Rominger en el Mapei, desde 1996 Olano ha llegado a la carrera francesa con ánimo de líder. En cada uno llegó precedido de una fórmula de preparación, ninguno lo terminó como era su deseo (su mejor puesto es el cuarto lugar de 1997) y el de 2000 lo ha empezado peor que nunca.
"Es desconcertante", observa Eusebio Unzue, que dirigió a Olano un par de años en el equipo Banesto. "Bah, sólo ha sido un percance, un mal día, Olano tiene que ir a más", señala su director actual, Manolo Saiz. "Abraham necesita más competición", añade Juan Fernández, que dirigió al ciclista guipuzcoano allá por sus años en el Mapei. "Yo lo tengo bien claro", explica Vicente Belda, el director del Kelme. "Con 38 días de competición, y subiendo progresivamente de régimen las últimas semanas, los tengo a todos perfectos".
Y Olano se defiende. "Bueno, bueno, que no es para tanto. Además, siempre suelo hacer mal las primeras contrarreloj del Tour".
Vale, vale, veamos. Por partes. El 12º puesto de Olano el pasado sábado en la contrarreloj de Futuroscope, a 40 segundos del primero, David Millar, es el peor que ha logrado nunca tanto en un prólogo como en una contrarreloj larga. Sus más de dos segundos de pérdida por kilómetro es más o menos lo que suele ceder en las largas de final de Tour los años que no rueda a su gusto.
En el prólogo del 96 (9 kilómetros) acabó a 7s de Zülle; en el 97, a 10s de Boardman; en el 98, a 4s de Boardman, y en el 99, a 11s de Armstrong. Ganó la larga de Disneylandia del 97, y los demás años perdió entre dos o tres minutos con respecto al ganador, normalmente el hombre más en forma del Tour. Y siempre, hasta el sábado, había quedado entre los 10 primeros. "Bueno, bueno, en efecto, parece poco alentador que Olano haya perdido tiempo precisamente en su terreno", dice José Miguel Echávarri, del rival Banesto. "Pero es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre su futuro rendimiento y resultados en el Tour".
"Pero, ¿os habéis fijado en que está mucho más delgado?", pregunta Juan Fernández. "Le veo más equilibrado. Quizás haya perdido potencia para las contrarreloj pero ganado aguante en la montaña". ¿Está ahí la clave del asunto? ¿Estamos ante un Olano novísimo? ¿Un hombre sin culo, mejor escalador?
La preparación de Olano, gran contrarrelojista, escalador sufrido, hombre de largo aliento, ha ido este año por veredas renovadas. Prolegómenos psico-fisiológicos. Adelanto en la función ganadora para llenar el palmarés en marzo y tener a qué agarrarse en caso de fracaso en julio, cuidado en la alimentación para adelgazar, corte productivo un par de meses antes del Tour y llegada a la carrera francesa sin apenas referencias de su capacidad frente a la de los rivales. Lo mismo hizo Jalabert y le fue bien el sábado. Pero a Olano se le atragantó el plato de 55 dientes.
Olano duda: "No sé si es la vez en que mejor me he preparado, que eso lo veremos según acabe la carrera, pero he notado que he estado bastante tiempo sin competir, pero seguro que si hubiera competido más habría estado peor".
Saiz no duda. "Que no, que no pasa nada", repite y repite. "Que no, que no tiene nada que ver el adelgazamiento. Olano no pudo con la multiplicación y no anduvo bien porque ha llegado, conscientemente, coarto de forma para alcanzar el pleno en la parte más dura del Tour. Simplemente necesita más tiempo para dar con su punto de sufrimiento. Estoy plenamente seguro de que Olano hará un gran Tour. Sólo necesita más sufrimiento, no más competición".
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