Portugal clama contra la UEFA
Figo dice que "en el fútbol ya no hay verdad, todo es un negocio"
El bello fútbol portugués se ha despedido del torneo en medio de una tormenta descomunal, desatada tras un penalti ingenuo cometido por Abel Xavier en el tramo final de la prórroga contra Francia. Los portugueses, titulares y suplentes, organizaron una tangana mayúscula, con zarandeos y amenazas de todo tipo al línea que indicó la jugada -el eslovaco Igor Sramka- y al árbitro -el austriaco Gunter Benko-. Paulo Bento, con el rostro desencajado, inclinaba violentamente su cabeza a poca distancia de la frente del árbitro; Nuno Gomes intentaba dar a Benko en mano su camiseta como recuerdo; Fernando Couto, con los dientes apretados a un milímetro de Sramka; Figo, sin camisa, histérico sobre la hierba; y el legendario Eusebio intentando poner paz en medio de la batalla. Tras el gol, el linier tuvo que ser escoltado desde la pista de atletismo a toda velocidad, mientras que el árbitro pasó un calvario para llegar al túnel. Eso sí, le fue mejor que a su colega escocés Hugh Dallas, que hacía de cuarto árbitro y recibió algún golpe en los riñones camino del vestuario. "Nunca olvido una cara, atento a las consecuencias", afirmó Dallas en tono amenazante para su agresor, al parecer un miembro de la delegación portuguesa. Fuera del estadio, ya en el centro de Bruselas, la policía detuvo a 33 personas, 17 por reventa de entradas, cuatro por venta de drogas y el resto por alborotos."Me alegro de que todos hayamos asistido a lo ocurrido, ya no hay verdad en el fútbol, todo es un negocio", espetó el azulgrana Figo tras el partido. Visiblemente irritado, Figo agregó: "Los países pequeños siempre son perjudicados en detrimento de las grandes potencias; no nos han dejado ganar". El delantero portugués, una de las estrellas del torneo, fue más allá y subrayó que "Portugal ya había incomodado a mucha gente durante el torneo". En su opinión, las victorias sobre Inglaterra y Alemania no sentaron nada bien en la cúpula de la UEFA, "que siempre quiere en la final a los teóricamente más fuertes".
Los jugadores portugueses no se detuvieron demasiado a analizar el ingenuo manotazo de su compañero Abel Xavier. "Francia fue mejor, pero el línea ha hecho el ridículo", dijo Rui Costa, olvidando quizá que en este campeonato la UEFA ha decidido multiplicar la capacidad de decisión de los auxiliares. En medio del calentón, Rui Costa afirmó: "Hay quien piensa que a Holanda y a Francia las descolgaron en el sorteo para conseguir que llegaran a la final". "Ya tienen el favor hecho, el finalista deseado", declaró Paulo Bento. El autor de la jugada, Abel Xavier, se limitó a señalar: "Francia no necesitaba esto".
Por otra parte, la UEFA, que ha concedido a Portugal la organización de la Eurocopa de 2004, aplazó ayer, hasta su reunión del próximo domingo, su sentencia sobre la actuación de jugadores y delegados lusos. Volker Roth, miembro de la Comisión de Arbitraje, aseguró que él y sus compañeros habían repasado minuciosamente el vídeo del partido y habían llegado a una conclusión tajante: "Es evidente la intencionalidad de la mano, como vio el asistente Sramko, que reclamó la atención del árbitro y éste, correctamente, señaló el penalti".
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