Guillermo', 'Lola' y 'Lulú' ven la tele

Ha sido como pasar de un apartamento de 40 metros en el extrarradio a un chalé de dos plantas a pie de playa. Así debían sentirse ayer Guillermo, Lola y Lulú, los tres chimpancés del zoológico de Jerez, que por fin estrenaban nueva casa. Han sido necesarios un año de obras, algún viaje a zoológicos de Estados Unidos y unos 30 millones de pesetas para conseguir un espacio sin barrotes, sin remaches de hierro y cemento. Ahora disfrutan de un espacio más parecido al hábitat natural de estos animales, las selvas ecuatoriales.Siguiendo los postulados de Gerald Durrell, prestigioso zoólogo fundador y director del zoo más laureado del mundo, el de la isla de Jersey, se diseñó un proyecto que mimaba especialmente las necesidades del animal, las de sus cuidadores, la comodidad de los visitantes y la estética de la instalación. De esta forma, los técnicos encargados del nuevo hogar de los chimpancés en Jerez han logrado un mayor aprovechamiento del espacio, que se ha multiplicado por 15. Se trata de un recinto de 1.200 metros cúbicos y una altura de siete metros.

El recinto exterior, donde los animales pasan gran parte del día, dispone de 170 metros cuadrados con acristalado de alta seguridad y una malla de gran resistencia que permite muy buena visibilidad. Se ha colocado un espejo como distracción para los habitantes del nuevo hogar "porque es bueno que se vean y se reconozcan", ya que tienen una gran conciencia individual de sí mismos. Para que los simios puedan sentirse como en casa se han colocado en el recinto piedras naturales, troncos, lianas y una cascada de agua que desemboca en una charca. Disponen, además, de toda suerte de entretenimientos, como los termiteros con miel y yogur, las piñatas con regalos y frutos secos, y numerosos juegos.

La zona interior presenta uno de los grandes atractivos del proyecto: el equipo de vídeo y televisión. A través de un monitor los chimpancés podrán ver imágenes de sus congéneres en libertad y de las formas de reproducción de los primates de la selva. La familia que vive en Jerez no ha tenido tanta suerte como ellos: Guillermo, Lola y Lulú, "son animales que han llegado al zoo procedentes de incautaciones, que no conocen un grupo social de chimpancés", explica Manuel Barcell, director del zoo de Jerez.

Estos ejemplares, arrancados de las manos de fotógrafos ilegales o traficantes de animales, fueron separados de su entorno natural con muy pocos días de vida y no han sabido, en cautividad, desarrollar un instinto sexual que les permita procrear. En el zoo han decidido ayudarles con estos vídeos a que formen una familia.

Lola, Guillermo y Lulú se han adaptado con total normalidad a su nueva vivienda, claro que, como todo el mundo, se han tenido que trasladar mientras duraron las obras. Han pasado ese tiempo alojados en el zoo de Córdoba. Lola, de 19 años, está en Jerez desde 1984 y es de carácter sereno y confiado. Guillermo, el único macho, tiene 21 años y fue localizado en pésimas condiciones en un zoo en 1991. Tuvo que someterse a tratamiento antidepresivo para recuperar la alegría. Lulú es la más joven del grupo: se trata de un ejemplar muy activo e impulsivo que llegó con sólo dos años al zoo jerezano después de haber sido requisado a un fotógrafo callejero.

Una leyenda de Mahatma Gandhi preside las nuevas instalaciones desde ayer: "La grandeza de una nación y su progreso moral puede medirse por el trato que reciben sus animales".