La nostalgia de Djorkaeff
Yuri Djorkaeff nunca ha podido olvidar aquella noche del 23 de junio de 1984, unas horas que marcaron su adolescencia y acentuaron su ansia por ser futbolista. "Jamás lo he podido olvidar, fue una de las noches de mi vida, porque yo estaba allí, en el Velódromo de Marsella, entre la muchedumbre, y vi en directo como Platini derrotaba a Portugal", recuerda estos días con nostalgia el jugador que con su gol despidió a España de la Eurocopa. Yuri, que entonces tenía 16 años, había ido al estadio con su padre, Jean, un ex jugador de origen armenio que había vestido varias veces la camiseta del gallo.No es extraño que Djorkaeff jamás haya borrado de su mente aquel grandioso partido. Tras el 1-1 inicial, ya en la prórroga, Jordao, autor del primer gol, puso al equipo anfitrión al borde del precipicio. A falta de sólo seis minutos empató el francés Domergue y con dos para el final el gran Michel Platini metió a Francia en la final. "Fue una experiencia tan fantástica y maravillosa, que el partido de ahora frente a Portugal es uno de los más especiales de mi carrera", repite el media punta francés, que hoy tendrá la oportunidad de participar directamente en una reproducción de aquella gran noche marsellesa.
A Yuri le llega el gran día en un excelente momento de forma. Tras una irregular temporada en la Bundesliga, en el Kaiserslautern, el francés parecía haber entrado en una cuesta abajo sin freno. "En este torneo he vuelto a sentirme bien, otra vez me veo en gran forma, estoy imaginativo y muy afilado ante el gol".
Djorkaeff ha marcado dos goles en el torneo y ya suma 26 en 66 partidos con Francia. El último, frente a España: "Desde que recibí la pelota estaba seguro de que iba a marcar, mi única duda era si meterlo por la derecha o por la izquierda". Cañizares destapó su lado izquierdo y resolvió la ecuación de Yuri. Su definición le permitirá rebobinar hoy su sueño adolescente, una fantasía en la que él se transformaba en Platini y rescataba un triunfo frente a Portugal que conducía a Francia a su primer gran éxito futbolístico.
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