La esposa de Cervera justifica ante la juez su contratación en IBM por su cualificación
Dolores Santos, la mujer del ex consejero de Sanidad José Emilio Cervera, negó ayer en el Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia que hubiera conseguido su empleo en IBM gracias a su esposo o que, posteriormente, haya explotado la posición de privilegio del antiguo alto cargo para lucrarse personalmente u obtener un trato ventajoso de la Administración valenciana. La juez encargada de investigar la supuesta maraña de intereses creada por Cervera y su mujer rechazó los argumentos de ésta para imputarle, a petición de la fiscalía, un delito de tráfico de influencias.
Esquerra Unida (EU) ha denunciado al ex consejero de Sanidad y a la ejecutiva de IBM por articular un entramado de empresas que ambos habrían podido utilizar para lucrarse a costa del erario público. Según la formación política y la fiscal encargada del caso, Socorro Zaragozá, Cervera podría ser responsable de varios delitos: tráfico de influencias, fraude y exacción ilegal y negociación y actividad prohibida a los funcionarios. La imputación contra Santos, impulsada por el ministerio público, no van tan lejos: la mujer de Cervera declaró ayer ante la juez Carmen García Mingo como supuesta responsable de un delito de tráfico de influencias. Según EU y la fiscal, Santos podría haber llegado hasta la cúpula de IBM en Valencia por sus relaciones familiares para, una vez ahí, utilizar su influencia para obtener un beneficio personal.
Clientes importantes
A lo largo de tres horas y media de interrogatorio, la ejecutiva negó la comisión de cualquier ilegalidad. Pese a su escueto curriculum -en la última decada apenas trabajó para un empresario madrileño y como personal de confianza del presidente de la Generalitat-, Santos atribuyó su contratación en IBM a su cualificación profesional.
Ninguna influencia tuvo en su selección, aseguró, la responsabilidad de su marido en la Generalitat, donde entre 1995 y 1999 se ocupó, desde la Subsecretaría de Modernización de la Administración, de adjudicar a firmas del sector de la informática varios concursos millonarios.
A pesar de su rotunda negativa a aceptar cualquier irregularidad, la juez, desoyendo los argumentos previamente expuestos por su abogado, que solicitaba su declaracion como testigo, mantuvo la imputación contra Santos. Por ello, la mujer de Cervera tuvo que explicar la actividad de Orangeville, SL, la empresa del sector en la que figura como coadministradora.
Según la empleada de IBM, esta firma está inactiva y fue creada, simplemente, como posible y futura plataforma para la realización de negocios. Santos quitó importancia al hecho de que su marido no declarara en los preceptivos registros de bienes e intereses la existencia de Orangeville, SL, lo que calificó de olvido sin importancia.
Ahora bien, según fuentes cercanas al caso, la declarante reconoció los vínculos profesionales que le unen con Rosa Escuín, con la que constituyó, en enero de 1998, la aludida empresa. Santos también minimizó la importancia de esta circunstancia, aunque EU señala en su querella que Escuín es hermana del director general de Tissat, una firma participada por la Generalitat y agraciada con varios de los concursos impulsados por Cervera durante la anterior legislatura.
La mujer del ex consejero eludió realizar cualquier comentario comprometido respecto a Tissat o la gestión de su marido. Según las mencionadas fuentes, apeló repetidamente a su profesionalidad y limitó el alcance de su trabajo a un ámbito estrictamente interno. Es decir, a tenor de su declaración, su labor en IBM no era, en contra de lo que se ha apunta por la acusación particular, la de captar clientes de importancia.
A partir de esta afirmación, negó reiteradamente que hubiera dispuesto de información privilegiada o que fuera una pieza fundamental en un dúo compuesto por IBM y Tissat. Esta última compañía, participada por la Generalitat y la propia IBM, en la que también trabaja un sobrino de Cervera, ha gestionado gran parte de los proyectos impulsados por la Subsecretaría de Modernización que dirigió Cervera.
La declaración de Santos, que eludió a los informadores que esperaban su salida en el juzgado, precede a la de Escuín y José Antonio Vázquez, que comparecerán ante García Mingo mañana. Éste último, ex director del centro de cálculo de la Generalitat, cesó en el cargo tras calificar de innecesaria la modernización emprendida por Cervera.
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