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La oposición denuncia numerosas irregularidades económicas en Torredembarra

Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Torredembarra (el PSC, ERC, el PP e Independientes) se negaron el pasado lunes a aprobar la contabilidad municipal de 1999 después de comprobar numerosas irregularidades económicas, como el pago de cenas a particulares con fondos públicos, el uso inadecuado de partidas que debían servir para subvenciones, dietas "desmesuradas" sin justificación o el supuesto trato de favor al puerto deportivo del municipio, del que el Ayuntamiento es accionista.

La denuncia se produce, además, en el momento en que la concejal Ana Marín, del Partido Popular, ha renunciado a su cargo, lo que deja a Convergència i Unió (CiU) con seis de los 13 concejales y en una frágil minoría. El alcalde de Torredembarra (Tarragonès), el convergente Santiago Segalà, aseguró ayer que iniciará de inmediato conversaciones con el resto de las formaciones políticas.Entre las irregularidades descubiertas figura una cena que algunos concejales celebraron durante un fin de semana en Benasque (Huesca) -donde un ex edil tiene una vivienda-, que asciende a un total de 85.000 pesetas. Según explicó ayer el portavoz de ERC, Josep Bargalló, el responsable de Hacienda se había comprometido en un principio a que se retornaría el importe de la factura, "aunque después se desdijo".

Otras irregularidades tienen que ver con las dietas por desplazamiento del alcalde, que suman 2,8 millones de pesetas y de las que no hay justificante, y con el uso de dinero en inversiones cuando estaba presupuestado para subvenciones. También figuran préstamos a la empresa que gestiona el puerto de Torredembarra sin que se haya establecido interés alguno. Asimismo, la contabilidad municipal tan sólo incluye a uno de los tres cargos de confianza del alcalde.

El rechazo de la oposición a las cuentas municipales ha sido una muestra más de la debilidad política en la que se encuentra el equipo de gobierno de CiU tras la renuncia de la edil conservadora Ana Marín.

Marín explicó que las razones de su marcha están basadas en la falta de diálogo existente, que la incapacitaba, a su juicio, para trabajar. El alcalde calificó de injustificables las razones expuesas por la concejal del PP.

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