Absueltos los guardias acusados de proteger un club de alterne

La Audiencia de Alicante dictó ayer sentencia absolutoria a favor de los cinco guardias civiles acusados de proteger un club de alterne en Alicante, al propietario del mismo, y al hijo de uno de los agentes implicados. El tribunal considera que los hechos sólo se respaldaban por el testimonio de un camarero del club, que "manifiesta una enemistad que le lleva a guardar y manipular unas cintas de vídeo". La Sala afirma que los funcionarios no tienen "deber jurídico" de perseguir la prostitución.

El proceso que ha hecho pasar por la Audiencia de Alicante a buena parte de la cúpula de mandos del instituto armado, en su mayoría de la Comandancia de Alicante, se cerró ayer con la absolución de los seis que finalmente fueron procesados. El tribunal rechaza que los acusados recibieran regalos, dádivas o consumiciones gratis por parte del dueño del club Pipo's, ubicado en Orihuela. Las bebidas, según la sentencia, las pagaban personalmente los guardias civiles o con un fondo común "que se nutría de los pluses y dietas" de una cuenta corriente.La Sala desestima las acusaciones de cohecho y del delito de omisión de promover la persecución y castigo de los delincuentes, al no existir "deber jurídico para perseguir esta conducta [la prostitución]".

La Fiscalía mantuvo a lo largo del juicio que los agentes comían y bebían gratis en el lujoso prostíbulo y que los miembros del instituto armado se acostaban con las mujeres que trabajaban en el prostíbulo sin pagar, a cambio de proteger el establecimiento. La sentencia afirma que el hecho punible es la existencia de un local en el que se ejerce la prostitución, pero que ésta no es un "delito" a no ser que afecte a menores e incapaces, o en situaciones de violencia o intimidación.

Pese a la absolución, el tribunal critica, en referencia a José Parra y a su hijo, Francisco de Asís Parra, acusados por el fiscal de haber recibido una finca rústica, hecho que no ha sido probado, que existan determinadas relaciones de negocios de las que debían "abstenerse las personas que representan la autoridad en el ejercicio de su profesión".

El tribunal de la Audiencia valora en el auto los resultados negativos del expediente informativo que los servicios internos de la Guardia Civil realizaron sobre los hechos y que concluyeron con la inexistencia de infracción alguna.

El abogado de la defensa Luis Arrabal destacó que el proceso ha "restituido el buen nombre y el honor de la Guardia Civil".