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Carod apremia a Pujol a explorar un acuerdo, pero CiU reitera su apuesta por el PP

El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, hizo ayer su enésima petición a Convergència i Unió (CiU) para explorar un eventual acuerdo nacionalista en Cataluña, pero introdujo un añadido: si tiene que haber pacto, dijo, ambos partidos deben empezar a negociar ahora mismo porque pasado el ecuador de la legislatura ya no será posible. El secretario general de Convergència Democràtica (CDC), Pere Esteve, descartó el viraje propuesto por los republicanos y reiteró que la coalición proseguirá su colaboración con el PP.

Carod, que compareció ayer tras la reunión de la comisión permanente de ERC, emplazó a CiU a explorar un acuerdo "ahora". En su opinión, sería un gesto de "irresponsabilidad" que su partido alcanzara un acuerdo con Jordi Pujol "después de que fracase la negociación para mejorar la financiación, que se apruebe un nuevo decreto de Humanidades, que el catalán se utilice sólo dos veces al año en el Senado y que afloren posibles irregularidades en determinados sectores del Gobierno catalán".Eso significaría, explica Carod, que Esquerra se convertiría "en un salvavidas en un naufragio o en un bombero en un incendio", algo que descartó taxativamente. La exhortación de Carod fue rechazada por el secretario general de CDC, Pere Esteve, tras la reunión de la ejecutiva que su partido celebró en Barcelona. "El calendario de contactos lo marcamos nosotros, no Esquerra Republicana", afirmó.

Pujol aplaza los contactos

Esteve reafirmó que CiU no tiene la intención de modificar de momento su política de alianzas, basada en la colaboración con el Partido Popular. Y reiteró que, en Cataluña, CiU pretende mantener contactos con todas las formaciones, incluida ERC. No obstante, el presidente de la Generalitat y de CDC, Jordi Pujol, ha aplazado hasta el próximo septiembre la ronda de contactos con los líderes de los grupos parlamentarios catalanes, que en principio tenía que celebrarse el pasado mayo.

El gesto de Carod trata de dejar patente ante la opinión pública la supuesta voluntad de Esquerra por pactar, pero al mismo tiempo tiene una lectura en clave interna: al limitar en el tiempo la oferta de colaboración con Convergència busca acallar el creciente descontento entre los militantes disconformes con la mera posibilidad de pactar con Pujol.

La ejecutiva permanente que ayer celebró ERC abordó cómo conciliar las reticencias de los militantes con la ponencia que servirá de base para la conferencia nacional que ERC celebrará en Manresa (Bages) el 8 de julio y que ha sido elaborada por Carles Bonet, vicesecretario general. El texto presenta a Esquerra como partido con vocación de gobierno y deja abierta la posibilidad de pactar con CiU.

La ponencia ha recibido al menos dos enmiendas a la totalidad que pretenden evitar que los republicanos se sitúen en la órbita de Convergència. Una de ellas ha sido elaborada por Josep Pinyol, que hace unos años fue estrecho colaborador de Carles Bonet. Entre los militantes que apoyan la enmienda se encuentra el concejal de Esquerra en Cornellà (Baix Llobregat), Joan Tardà, y otros dirigentes de la comarca.

La otra enmienda la ha presentado el filólogo Joan Badia, presidente de ERC en Manresa, el feudo del portavoz parlamentario del partido, Josep Huguet. Éste se ha distinguido en los últimos meses por abanderar las posturas más reacias a la aproximación a CiU.

'Retoques'

El propio Carod ha tomado la iniciativa para tratar de reconducir la disparidad de criterios y evitar que la conferencia nacional refleje la división en el partido con motivo de la política de alianzas: ha preparado un borrador que servirá de anexo del documento coordinado por Bonet.

Los retoques acotarán en el tiempo la oferta de ERC de estudiar posibles acuerdos con Convergència. De ahí viene la advertencia que ayer lanzó Carod en el sentido de pactar "ahora". Fuentes del partido explicaron que las posibilidades de acuerdo se circunscribirán a este año. De no llegar a ningún acuerdo antes de fin de año, los dirigentes de Esquerra darán carpetazo a su propuesta de abrir negociaciones.

La cúpula de ERC también pretende que el texto concrete claramente los requisitos que el partido exige como condición para pactar, lo que limita el margen de maniobra de la propia dirección. Otra de las limitaciones que se introducirán es que cualquier pacto requerirá del visto bueno de una mayoría cualificada del consejo nacional de ERC.

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