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A la salud integral por el deporte

Valeriano Domínguez, 43 años, casado y padre de una hija, se cayó el día 3 de agosto de 1998 de un andamio, desde un tercer piso, y se rompió como el cristal. Estuvo un mes en la UCI entre la vida y la muerte. Tras varias intervenciones quirúrgicas le quitaron siete vértebras, le colocaron dos barras de hierro de 30 centímetros en la espalda, se las atornillaron y le mandaron a hacer rehabilitación. Valeriano es hoy un hombre feliz porque puede doblarse, casi, como si fuera de goma; flexiona su cintura y llega con las manos a los pies. Prácticamente no tiene dolores. Y "todo", dice, "gracias a la medicina deportiva".El deporte hace milagros, no cabe duda. Mari Paz Martínez, 58 años -37 de telefonista- pesa 125 kilos y sueña con quitarse 60, como ya lo hiciera en 1993. Entonces lo consiguió con un régimen drástico, pero fue un espejismo, porque medio año después volvió a las andadas y recuperó los hábitos y el peso. "¡Me gusta tanto comer!", se lamenta. La consecuencia ha sido que en los últimos cinco años apenas ha podido moverse.

Cuando llegó Mari Paz, hace tres meses, al centro de medicina deportiva Gallisport, en el barrio sevillano de El Porvenir, no andaba. Y si se subía a la bicicleta estática, daba tres pedaladas seguidas y se asfixiaba; también llevaba varios años atiborrándose a pastillas... "Yo me he tomado de todo; algunas cosas, según me dijo un médico una vez, se las daban a los caballos!" Hoy no prueba un medicamento, resiste media hora dando pedales, "o lo que haga falta", y, aunque el peso lo pierde muy lentamente, está adquiriendo hábitos sanos que la mantienen ilusionada. Ha recuperado el buen humor y se ha quitado de encima la depresión. "Estoy dispuesta a no ir a la playa, a no moverme de Sevilla este verano, para no perder el hábito de venir al gimnasio", afirma entusiasmada.

Mari Paz, como Valeriano, son sólo dos ejemplos entre ese centenar de personas que acude a diario a este centro de medicina deportiva, en el que el ejercicio físico controlado médicamente es determinante para la recuperación y el tratamiento de patologías como los dolores de espalda y de columna, el reumatismo, la obesidad y la anorexia, la osteoporosis, la artrosis, la diabetes y las insuficiencias cardíacas...

El fisioterapeuta Eliseo Monsalvete, uno de los cuatro que hay en este centro sanitario-deportivo, además de ocho médicos especialistas, asegura que "el ejercicio físico es como una medicina; quizá mejor. Contribuye a que el paciente adquiera hábitos saludables que, a la larga, le llevarán a curarse". Según Monsalvete, la persona que practica un deporte, participa mucho más activamente del tratamiento que se le prescribe que las que son sedentarias. Las estadísticas indican que más del 90% de las personas que inicia una rehabilitación integral, no sólo no la deja, sino que experimenta importantes mejorías.

Tanto Valeriano (cuatro horas diarias en el gimnasio) como Mari Paz (dos) reconocen que su mejoría se debe al planteamiento integral con el que les tratan los médicos. Ambos valoran, asimismo, el apoyo psicológico. Mari Paz ha pasado, primero, por un estudio médico exhaustivo y un diagnóstico; luego por una reeducación nutricional y por un aprendizaje para hacer los ejercicios adecuados. Monsalvete asegura que "si se cogen buenos hábitos y se hacen los ejercicios adecuados, la mejoría en la salud está garantizada".

Sea como fuere, Valeriano y Mari Paz, que se quitan la palabra de la boca con tanto entusiasmo, reconocen que, sin voluntad, aunque "la mente lo puede casi todo", mejorar la salud es más difícil.

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