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Aznar niega haberse aliado con Blair frente al eje franco-alemán

Miguel González

No existe un eje hispano-británico en la Unión Europea frente al tradicional eje franco-alemán. Así lo aseguró ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien compareció ante el pleno del Congreso para informar sobre la cumbre de Feira (Portugal). "No creo en contraponer unos ejes a otros", replicó al portavoz socialista, Luis Martínez Noval, quien le reprochó haberse aliado con el "freno" (Reino Unido) y no con el "motor" (Francia y Alemania) de la construcción europea.

La publicación el pasado día 13 en varios diarios europeos de un artículo conjunto del presidente del Gobierno español y el primer ministro británico, Tony Blair, sirvió ayer a Luis Martínez Noval para preguntar a José María Aznar por qué España ha abandonado su alianza con Francia y Alemania para alinearse con el Reino Unido, que, al margen del color de su Ejecutivo, ha sido tradicionalmente una rémora para la construcción europea. "Siempre es de aplaudir que se asocie a un socialista", dijo Noval en alusión a Blair, "pero hay otros socialistas que hacen avanzar Europa", como Lionel Jospin o Gerhard Shröder.Aunque en Europa es un secreto a voces, Aznar optó por negar la mayor: la existencia de un eje hispano-británico. España, argumentó, tiene su "propia posición" y no está por "asumir miméticamente" la de ningún otro país. Pese a ello, dijo que firmará más artículos con Blair y consideró contradictorio que se le tache de "freno" mientras se elogian los resultados de la cumbre de marzo en Lisboa, fruto del impulso de Londres y Madrid.

En el artículo citado, Aznar y Blair abogaban por una política europea basada en el crecimiento, el pleno empleo y la liberalización económica, rechazando políticas sociales que pueden obstaculizar la expansión de las empresas y, en concreto, la "armonización fiscal" y las "reglamentaciones rígidas". También se oponían a las cooperaciones reforzadas -la posibilidad de que algunos países avancen al margen de los demás hacia la integración- afirmando que "no puede haber en Europa ciudadanos de segunda clase".

Aznar dijo ayer que no hay que "obsesionarse" con la inclusión de las cooperaciones reforzadas en la agenda de la Conferencia Intergubernamental que prepara la reforma institucional de la UE, pero insistió en el riesgo de poner en peligro la cohesión europea con "artificiosas divisiones" y "nuevos muros" si este mecanismo se aplica al mercado interior o las políticas comunes. Su preocupación, aseguró, la ha hecho suya el Consejo Europeo.

También defendió el acuerdo sobre la fiscalidad del ahorro alcanzado en última instancia en Feira. Tras recordar que el tema estaba bloqueado desde 1988, admitió que el resultado no es el más satisfactorio, pero "la alternativa a ese acuerdo era ningún acuerdo".

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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