Tráfico advierte de que mañana puede producirse un gran atasco

La Dirección General de Tráfico espera que más de 350.000 vehículos salgan mañana de Barcelona en lo que se perfila como la operación salida más complicada en lo que va de año. Tráfico advirtió ayer que se puede producir un gran atasco al coincidir la verbena de Sant Joan con un viernes, precisamente cuando muchas familias se dirigirán a su segunda residencia al empezar al mismo tiempo las vacaciones escolares.

A ello hay que añadir los problemas que sufre la red viaria a raíz de la caída del puente de Esparreguera, lo cual restringe la circulación en aquel tramo de la Nacional II a un carril en cada sentido. Por todo ello, Tráfico aconseja quedarse a disfrutar de la noche más larga del año en la ciudad para evitar que ocurra como en las verbenas de 1988 y de 1980, en las que millares de ciudadanos tuvieron que comer la coca en el coche, atrapados en un colosal embotellamiento. Un total de 500 guardias civiles de Tráfico participarán en la provincia de Barcelona en la operación salida y otros 300 en Tarragona. A partir de la medianoche efectuarán pruebas de alcoholemia en una noche también de alto riesgo en lo que a la conducción bajo los efectos del alcohol se refiere.

El panorama que dibujaba ayer el director general de Tráfico, Antoni Riu, para la tarde y noche del viernes era disuasorio: el argumento de más peso es que en seis horas la red viaria catalana no tiene capacidad para absorber más de 350.000 vehículos. Cuando las verbenas caen en viernes los responsables de Tráfico tiemblan porque reconocen que tienen muy grabados en la memoria los años fatídicos en los que muchos conductores en lugar de encender hogueras tuvieron que conformarse con hacer noche en unas carreteras saturadas.

El primer semestre del año está resultando muy mal en lo que al número de accidentes mortales se refiere. Un total de 264 personas han perdido la vida en las carreteras catalanas desde enero hasta el pasado 19 de junio, lo cual supone 18 víctimas mortales más que en el mismo periodo del año anterior. Este dato resulta preocupante y sobrepasa con creces la siniestralidad registrada en el resto de España; en la red viaria catalana el número de fallecidos creció el 7% el pasado semestre, mientras que en toda España aumentó el 1%.

Exceso de velocidad

El exceso de velocidad es la primera causa de accidentes mortales. Más del 40% de las muertes en la carretera se debió a que se conducía demasiado deprisa. La segunda causa de los siniestros con resultado de muerte son las colisiones frontales. Tráfico considera que la sociedad no dispensa al exceso de velocidad la importancia que tiene. Aunque los coches son más seguros y las carreteras son mejores, este hecho no sirve de nada frente a la tendencia a apretar el acelerador cada vez más. Riu es partidario de que la ley de seguridad viaria que lleva en vigor 11 años se actualice para endurecer las penas que pueden corresponder a los conductores temerarios que ponen en peligro a otras personas y a sí mismos por correr demasiado.

El alcohol continúa siendo responsable de un porcentaje elevado de siniestros, aunque los conductores cada vez son más conscientes de que si ingieren alcohol les conviene dejar el volante en manos de abstemios. Entre las cifras manejadas ayer por el responsable de Tráfico figura la que se desprende de un estudio realizado por médicos forenses, que demuestra que el 37% de las personas fallecidas en accidentes de tráfico en 1999 había bebido. Por sexos, el 91,6% de las víctimas en las que se detectó alcohol o algún tipo de drogas eran hombres y únicamente el 8,3% mujeres. El mismo estudio demuestra que se podrían haber evitado la mitad de las muertes en carretera de no intervenir el alcohol y el exceso de velocidad, o de haber utilizado los conductores y los demás ocupantes del vehículo el cinturón o el casco.