Del campus a Segunda en cinco años
El Universidad de Las Palmas, creado por un grupo de jueces y abogados para matar el gusanillo, llega al fútbol profesional
Abogados contra jueces y fiscales. Ése era el partido que, como buenos amigos, jugaban todos los viernes, hace 10 años, en un campo cedido por la UD Las Palmas. Cinco años después ese hábito con el que mataban el gusanillo del fútbol se hizo algo más trascendental. "Vamos a hacer deporte más en serio", propuso Francisco José Gómez Cáceres, uno de los vicepresidentes del CD Universidad de Las Palmas, que acaba de ascender a Segunda División A.En 1994 federaron un equipo de 22 jugadores, la mayoría magistrados, abogados y estudiantes de Derecho, con el nombre Vegueta Universidad, el barrio de la capital donde casi todos trabajaban al estar en él radicado el Palacio de Justicia y los Juzgados. Al grupo se unieron algunos amigos como los ex futbolistas Julio Suárez (Las Palmas y Real Madrid), Güerri (Las Palmas y Zaragoza), Saavedra (abogado y ex centrocampista de Las Palmas y Elche) o Javier Campos (ex defensa de Las Palmas).
Rafael Torres fue el primer entrenador. La consigna era que todos jugaran porque el móvil era la diversión. Se respetó hasta que cayeron por 3-0 en su debut en Segunda Regional frente al Arguineguín (de donde salió Juan Carlos Valerón). La conclusión: perder no es divertido. La cena de ese día en el hotel del presidente, Alfredo Morales, fue determinante: hay que jugar en serio para ascender.
Rafael Torres fue el primer cese del club, al más puro estilo del Universidad: siendo líder. El ex jugador y ex entrenador del Las Palmas José Manuel León cogió las riendas del equipo y lo llevó desde Segunda a Primera Regional, Preferente y Tercera, en tres ascensos consecutivos. Fue destituido cuando el equipo era líder. Benito, ex jugador de Las Palmas, consumó el ascenso a Segunda B. Álvaro Pérez asumió las riendas del equipo y alcanzó la liguilla de ascenso del 99, pero en esa fase, el club, fiel a su hábito, lo despidió por desavenencias internas. Es el único año que no se saldó con ascenso. Esta temporada, con un presupuesto de 150 millones, David Amaral logró el último ascenso, a Segunda. La mayoría de sus jugadores son estudiantes y son contados los que tienen el fútbol como profesión. Su campo, con césped artificial, pertenece a la instalación deportiva de la Universidad y su máxima entrada apenas ha llegado a 4.000 espectadores.
Una de las particularidades del Universidad es su junta directiva. La preside un hombre sin estudios universitarios y hoy importante empresario de la construcción e inmobiliario.Tres hombres son cruciales en la directiva: el director general y hermano del presidente, Gilberto Morales, un abogado que dedica seis horas diarias a la entidad; el rector de la Universidad, Manuel Lobo, y, sobre todo, Francisco José Gómez Cáceres, un magistrado de 39 años del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que ejerce de director deportivo. A ellos hay que añadir nombres como Jerónimo Saavedra, ex ministro de Administraciones Públicas y ex presidente del Gobierno canario, o Rafael Fernández Valverde, miembro del Consejo General del Poder Judicial.
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