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Entrevista:

"La Sevilla del siglo XVII era la típica sociedad con dos caras"

José Calvo Poyato (Cabra, Córdoba, 1951) desarrolla un trabajo infatigable. Calvo Poyato es catedrático de Historia, alcalde de Cabra y portavoz del Partido Andalucista en el Parlamento de la región. Además, Calvo Poyato escribe novelas históricas. La editorial Plaza y Janés acaba de publicar la última, La Biblia Negra, una narración llena de aventuras que transcurren en el Toledo del siglo XV, la Sevilla del siglo XVII y el Madrid contemporáneo. La CIA, el Mosad (servicio secreto israelí) y una mafia rusa se baten el cobre por la posesión de un manuscrito -el Libro de Abraham el Judío- que encierra las claves para fabricar oro.Pregunta. ¿Por qué un historiador se mete a novelista?

Respuesta. Tenía un cierto miedo cuando me planteé escribir mi primera novela. En España tenemos aún las actividades demasiado compartimentadas. Esto no ocurre en Francia ni en Inglaterra, donde hay historiadores que escriben novelas. Soy un especialista en el periodo histórico del paso de los Austrias a los Borbones. Cuando te dedicas al estudio intenso de un personaje terminas teniendo cierta relación personal con él. A Carlos II el Hechizado le dediqué mucho tiempo y me encariñé con él, a pesar de que, con la documentación en la mano, tiene pocas cosas positivas. En mi primera novela pude permitirme las libertades que da este género para ofrecer una imagen de Carlos II en la que aparece mostrando cierta dignidad. Yo había descubierto que poco antes de morir tuvo un gesto de dignidad frente al rey francés Luis XIV. Carlos II fue un pobre diablo, pero tuvo algún gesto positivo.

La fuerza de la codicia

P. Una idea estructura La Biblia Negra: la codicia es uno de los motores de la humanidad.

R. El deseo desordenado de riqueza es algo que se repite en todas las épocas. No es casual la elección que hago de tres épocas determinadas en la novela. Escojo el Toledo de finales del siglo XV porque era una sociedad muy intolerante. Las minorías ya no tenían sitio. La Inquisición perseguía a quien disentía. Toledo, que había sido ejemplo de convivencia y colaboración entre cristianos, musulmanes y judíos, entró en el siglo XV en una época de intolerancia. La Sevilla del siglo XVII era la típica sociedad con dos caras contrapuestas. No era oro todo lo que relucía. Por una parte, los galeones partían hacia las Indias y el Arenal estaba lleno de mercaderes que negociaban. Pero por la otra, Sevilla estaba llena de pícaros y rufianes. En el Madrid contemporáneo la codicia es el fundamento para mover voluntades. Aunque también es verdad que en la novela hay unos agentes del Mosad que no actúan por razones materialistas...

P. En su novela hay constantes alusiones críticas a EE UU. ¿Por qué?

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R. EE UU es el guardián del sistema. En la novela hay una lucha de dos servicios secretos -el Mosad y la CIA- por hacerse con un libro. El Mosad sólo tiene dos agentes. En cambio, la CIA monta una parafernalia enorme. La CIA se considera la guardiana de un orden establecido que ella misma controla.

P. Germán Arana es un personaje que escapa a ese afán de codicia.

R. Germán Arana es un hombre extraño en el mundo de los negocios. Es una persona que todavía es capaz de moverse por unos principios ajenos al puro materialismo. Otro personaje de La Biblia Negra, el canónigo Armenta, tiene estas características de honradez. Armenta, en el siglo XV, y Arana, en nuestro mundo contemporáneo, son dos heterodoxos.

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