El 19 de junio: euromanifestación

Los pasados días 23 y 24 de marzo, los Jefes de Estado y de Gobierno de los 15 países de la Unión Europea se reunieron en el Consejo Europeo en Lisboa con el propósito de dar un impulso al pleno empleo y a la cohesión social. El foro fue una Cumbre Extraordinaria de Empleo que, con el título Empleo, reformas económicas y cohesión social: hacia una Europa de la innovación y el conocimiento, fijó el objetivo de alcanzar en la UE una tasa de paro del 5% dentro de cinco años.La Confederación Europea de Sindicatos (CES) reunió antes a su Comité Ejecutivo en Lisboa y presentó un Memorándum que contenía los objetivos y demandas sindicales en estas materias. La UGT apoyó este Memorándum instando al Gobierno español a que defendiera en Lisboa los objetivos e indicadores pertinentes para la consecución del pleno empleo en Europa. La UGT apoyó la propuesta del Comité Ejecutivo de la CES de convocar una gran manifestación en Oporto, el 19 de junio de 2000, que exigiera al Consejo Europeo -que comienza su reunión ese mismo día y con el que se pondrá fin a la presidencia portuguesa- la cohesión social, la inclusión en el Tratado de la Unión Europea de los Derechos Sociales Fundamentales y las principales demandas de la acción sindical europea. Así, la CES ha convocado, con motivo de la celebración de la Cumbre Comunitaria, la referida manifestación.

En esta Euromanifestación se trata de exigir una Europa en la que el pleno empleo, los derechos sociales y la igualdad salarial entre mujeres y hombres sea una realidad. Y es que las conclusiones de aquel Consejo Europeo de Lisboa fueron decepcionantes. La Conferencia Intergubernamental que debe reformar el Tratado de la Unión, y adaptarlo a la incorporación de nuevas naciones europeas, está elaborando también una Carta de Derechos Fundamentales para Europa en la que deben incluirse los principales derechos sociales, laborales y sindicales que tienen que disfrutar quienes viven y trabajan en la Unión Europea. Sin embargo, apenas se conocen las opiniones de los gobiernos europeos sobre estas cuestiones tan importantes; nada se sabe de las propuestas del Gobierno español (que no tiene el más mínimo interés en que la opinión pública se implique en el proceso de construcción europea), aunque sí se sabe, no obstante, que el Gobierno español es el único que veta la aprobación de la Directiva sobre participación de los trabajadores en las sociedades anónimas europeas, pero sin saberse la causa.

Por todo ello, los sindicatos mayoritarios en España, UGT y CC OO, vamos a participar en la manifestación de Oporto activamente, respondiendo a esta convocatoria con el sentido de la responsabilidad, el compromiso y la vocación europea que presiden gran parte de nuestras reivindicaciones en el ejercicio de la acción sindical diaria.

El crecimiento de la economía europea en los últimos años es un hecho, como lo es que el desempleo siga siendo el destino de millones de personas en Europa -afectando sobre todo a los jóvenes y a las mujeres-, que la precariedad laboral es cada vez mayor, que la protección social disminuye, y que persiste la discriminación salarial de las mujeres trabajadoras. En España el caso es más grave; la economía española crece más que en el resto de Europa y se crea empleo, pero seguimos siendo el país con más paro (15% de la población activa), con más empleo temporal (31´7% del total), uno de los que tienen una tasa más baja de actividad y ocupación de la UE, y en donde las mujeres -trabajando en menor proporción como asalariadas- tienen más paro (21´6% de tasa de desempleo frente al 10´5% de los hombres) y cobran menos (el 76% de media de lo que cobran los hombres). Por otro lado, España tiene el lamentable récord de ser el país de la UE con más accidentes laborales, situación relacionada con la precariedad laboral.

Nuestro caso, el de la Comunidad Valenciana, es preocupante; la tasa de temporalidad en la contratación laboral supera el 90% del total, siendo las contrataciones por menos tiempo casi el 77% de ese porcentaje; la falta de cobertura de los desempleados se eleva, según datos de la EPA, hasta el 63% de los mismos; somos líderes, sólo superados por Murcia, en siniestralidad laboral, suponiendo este problema tal lacra para nuestra Comunidad que raro es el día que un accidente de trabajo no se cobra la vida de algún trabajador; por último, somos una comunidad autónoma en la que la inmigración tiene una incidencia relevante y en la que , además, algunos sectores empresariales -haciendo uso de los argumentos más peregrinos- demandan mano de obra extranjera contribuyendo a desregular el mercado de trabajo con salarios a la baja y deteriorando las condiciones laborales.

En este sentido, los objetivos planteados por UGT y CC OO en la reanudación del diálogo social con el Gobierno central y la patronal, son compartidos por el movimiento sindical europeo organizado en la CES porque responden a las inquietudes comunes que llevan a la manifestación de Oporto: el pleno empleo, estable, seguro y con derechos; la reducción y reordenación del tiempo de trabajo, la ampliación de la protección social, la igualdad de oportunidades en el trabajo para las mujeres y los hombres, etc.

La CES, y consiguientemente la UGT y CC OO, consideramos que existen condiciones para hacer del pleno empleo la verdadera prioridad de la política europea, basada en un crecimiento económico más fuerte y duradero, sostenido por políticas coordinadas en el ámbito europeo, en materia de inversiones públicas, fiscalidad, innovación y formación de los asalariados.

De modo resumido, éstas son nuestras reivindicaciones:

- La puesta en práctica, en los ámbitos nacionales y europeo, de políticas económicas coherentes con el objetivo del pleno empleo.

- El reforzamiento de las políticas activas de empleo dotadas de recursos financieros adecuados.

- El reconocimiento de los derechos de información y consulta de los trabajadores y trabajadoras en las empresas.

- El reconocimiento del derecho de participación de los trabajadores en las sociedades anónimas europeas.

- Una estrategia europea de lucha contra la exclusión social y todas las formas de desigualdad y discriminación. En particular, aplicar el derecho de todas las personas a percibir la misma remuneración por trabajo de igual valor.

- La inclusión en el Tratado de la Unión Europea de los Derechos Sociales Fundamentales, comprendidos entre ellos los derechos sindicales.

- Europa no puede vivir con 16 millones de parados y 60 millones de pobres mientras sectores importantes del empresariado están obteniendo unos beneficios desorbitados. Los distintos Gobiernos no pueden permanecer de espaldas a esta realidad. Ha llegado el momento de pasar de la Europa del euro a la Europa del pleno empleo, a la Europa social y ciudadana.

Rafael Recuenco Montero es Secretario general de UGT-PV.