Dos planes con mucho camino por delante antes de ser efectivos

Sanidad reaccionó con aparente rapidez a las noticias que sacaron a la luz el embudo que existe para acceder a una intervención en el sistema sanitario público. Anunció la creación de un nuevo programa, el plan Optimus, y recordó que prepara otro, el plan Exprés, que se suman al plan de choque, un decreto que habilita el desvío desde 1996 a pacientes de la sanidad pública a las clínicas privadas. En total, tres planes con un mismo objetivo: acabar con las demoras a la espera de una intevención quirúrgica.Los dos programas nuevos, sin embargo, tardarán en ser efectivos, según fuentes sanitarias consultadas. Nada que ver con la rapidez de la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, en reforzar el ritmo de intervenciones en determinados centros del territorio Insalud. Hasta el 30 de septiembre, 13 hospitales practicarán 417 intervenciones extra de corazón. Otras 172 se harán en centros privados, dentro de la misma medida.

En el caso de la Comunidad Valenciana, las buenas intenciones y los programas anunciados por Castellano no tienen traducción en cifras concretas. Y tardarán en tenerlas. El plan Exprés fue anunciado por el anterior consejero, José Emilio Cervera, y adoptado por el actual. Prevé que los centros públicos que no tengan lista de espera puedan intervenir a pacientes de hospitales saturados. Pero cuenta para este año con una dotación de 300 millones, insuficiente para adoptar medidas efectivas. Además, en estos momentos, se está debatiendo el desarrollo del decreto con los agentes sociales, por lo que su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana y definitiva puesta en marcha no se prevé hasta, al menos, tres o cuatro meses.

A este plan pendiente de ejecución, se suma el Optimus. Consiste en un autoconcierto de Sanidad con su personal sanitario, de forma que se incentivará a aquellos trabajadores que trabajen por encima de unos baremos establecidos. Si el Exprés se encuentra en desarrollo, este programa aún no ha sido comunicado a los sindicatos -se enteraron por la prensa-, con quienes la consejería tendrá que dialogar para fijar las condiciones. Castellano lo avanzó apremiado por la polémica sobre las listas de espera y se encuentra en estado embrionario. De esta forma, es probable que tarde varios meses más que el anterior en ver la luz.