Un nuevo acto vandálico acaba con siete coches quemados en Valencia
Un solo acto vandálico acabó en la madrugada de ayer con siete coches quemados en el barrio de Malilla, al sur de Valencia. Los desconocidos prendieron fuego a uno de estos vehículos y las llamas se extendieron poco después a los seis restantes, que estaban estacionados a su lado, según los bomberos. Este nuevo siniestro ha causado un hondo malestar en la asociación de vecinos de Malilla, ya que este barrio concentró tres de cada cuatro coches quemados durante la oleada de actos vandálicos de la pasada Semana Santa.
Unos desconocidos prendieron fuego a un vehículo sobre las 2.40 junto al número 60 de la Carrera de Malilla y las llamas se extendieron a los seis restantes, que estaban estacionados a su lado. Un Renault Clio y un Nissan quedaron calcinados. Los cinco coches restantes, dos Citroën, dos Seat y un Nissan, resultaron parcialmente quemados. Una bomba urbana pesada del Parque Central de Bomberos sofocó las llamas en escasos minutos.La policía sospecha que este siniestro es obra de pandilleros juveniles, como los que detuvieron hace un mes. Agentes de la Brigada Científica efectuaron ayer la inspección ocular de los coches. La noche anterior, otros actos vandálicos se saldaron con dos coches patrulla de la Policía Local calcinados frente al retén del barrio de Benimaclet y dos cajeros automáticos quemados en el barrio de la Malva-rosa.
Pero el incendio de Malilla es el que mayor indignación popular ha causado desde la oleada de 40 vehículos quemados en Semana Santa. No en vano, esta barriada fue la más castigada por aquellos ataques, por lo que ante el rebrote de los siniestros se han disparado las protestas. La presidenta de los vecinos de Malilla, Melania Castelló, explicó que la gente "está preocupada" porque "están pagando las letras del coche con mucho sacrificio y tienen que dejarlo en la calle por las noches porque en el barrio hay pocas fincas con garajes y escasos garajes públicos, y no saben si a la mañana siguiente se lo van a encontrar calcinado".
Castelló reclamó más presencia policial y denunció que la Policía de Proximidad "al principio pasaba por allí pero ahora no se les ve por ningún sitio", mientras que la Policía de Barrio "aparece y desaparece, y pasa hasta 10 días sin venir". La presidenta de los vecinos de la ciudad, Carmen Vila, relató que en la Jefatura Superior de Policía les han dicho que "el caso no es tan grave y ha sido magnificado por la prensa".
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