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LA REFORMA DE LA LEY DE EXTRANJERÍA

La regularización en Italia exige 5 años de residencia y contrato laboral

Las legislaciones europeas contemplan numerosas matizaciones a la hora de fijar los periodos para obtener la residencia de los extranjeros. Los casos excepcionales quedan al criterio de las autoridades.Italia fija actualmente un cupo anual variable (en torno a 60.000 personas el último) de trabajadores extracomunitarios que son admitidos en el país. Estos trabajadores, que llegan con un contrato de trabajo y un domicilio asegurado, tienen los mismos derechos, en educación o sanidad, que los italianos. Aun así, el permiso de residencia que se les otorga es temporal (un año), aunque prorrogable.

Un nuevo decreto de 1999 permite obtener la residencia permanente a los inmigrantes con más de cinco años de residencia legal en el país. Los requisitos son numerosos: carecer de antecedentes penales, demostrar que se vive y trabaja en el país desde la fecha mínima requerida, y presentar un contrato laboral en regla. El problema lo plantean los inmigrantes que llegan de forma clandestina a Italia. La nueva ley prevé la reclusión de estas personas en centros de acogida donde permanecen hasta ser identificados y repatriados. El Gobierno de centro-izquierda ha concedido además sanatorias o regularizaciones periódicas de inmigrantes irregulares. La del año pasado afectó a más de 200.000 inmigrantes.

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Diez años en Francia

En Francia los extranjeros no comunitarios -excluidos los polígamos- pueden obtener el permiso de residencia a partir de 10 años de estancia. El problema con que se encuentran muchos, particularmente las empleadas de hogar, es la dificultad para probar que efectivamente han residido en el país durante ese periodo.

La última ley permite rebajar, con todo, las condiciones exigidas en la legislación anterior, y contempla la adjudicación de permisos de residencia a los científicos o investigadores, a los extranjeros con vínculos familiares en el país y a los enfermos graves. Los hijos de padres extranjeros nacidos en Francia alcanzan automáticamente la nacionalidad francesa a los 18 años.

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