Schröder pacta el cierre de todas las centrales nucleares alemanas antes de 2022
Las plantas se irán clausurando a medida que cumplan los 32 años de vida
El canciller alemán, Gerhard Schröder, y la industria nuclear alemana acordaron a la una de la madrugada de hoy el abandono de esa energía y el cierre de las 19 centrales que funcionan en el país, que se producirá al cumplir los 32 años de vida, límite que se cumplirá en el año 2021. La industria pedía un mínimo de 35 años, y el Gobierno pretendía lograr los 30. Schröder calificó el compromiso de "razonable". El acuerdo, tras año y medio de negociaciones, marca unos márgenes intermedios entre los reclamados por el Gobierno y los que pedían las empresas.
Tras cuatro horas y media de reunión, Schröder compareció en una brevísima rueda de prensa para comentar que el compromiso no safisfacía "a nadie", pero que era "razonable". Sin embargo se prevé que Los Verdes, socios en la coalición gubernamental, no van a conformarse fácilmente. Ayer, horas antes de la reunión, todavía insistían en que la vida activa de las centrales no se prolongara más de 30 años.Según el acuerdo, la última central nuclear deberá cerrarse en 2021: será la de Neckarwestheim II. Sin embargo, en la práctica, la producción de energía nuclear podrá pasar de esa fecha, ya que, según el acuerdo, unas plantas pueden ceder a otras su tiempo de funcionamiento. Es decir, las centrales viejas cerrarán antes para que las más nuevas puedan cerrar más tarde.
Ya en esta legislatura, que abarca hasta 2002, debería cerrarse la de Obrigheim, cuya entrada en servicio se produjo en 1968. Los ecologistas, para quienes el abandono de la energía nuclear es una meta desde la fundación del partido de Los Verdes, podrían no ver satisfecha una de sus exigencias: que al menos dos reactores sean desactivados en la presente legislatura.
El acuerdo también incluye la prohibición de reciclaje en suelo alemán de residuos nucleares a partir de julio de 2005. Esta prohibición figura de forma expresa en el documento final adoptado por las dos partes. La retirada de los residuos nucleares de las 19 centrales alemanas hasta ahora se realizaban en la factoría francesa de Cogema, en La Haya, y en el establecimiento británico de Sellafield.
Sin embargo, el reciclaje fue interrumpido en la primavera de 1998 al descubrirse fallos de impermeabilidad en ciertos contenedores de transporte de desechos. Alemania debe buscar ahora soluciones para el almacenamiento de sus desechos.
Como contrapartida, el Gobierno ha garantizado a las industrias su renuncia a imponer reglamentos de seguridad más duros y a fijar impuestos más elevados a la energía nuclear. Esta última era una reclamación planteada en numerosas ocasiones por los ecologistas alemanes. No obstante, el Ejecutivo alemán ya había dicho que renunciaría a esas dos condiciones si se alcanzaba un pacto con los empresarios.
El desmantelamiento de las nucleares fue incluido en el programa electoral de Los Verdes en las pasadas elecciones. Posteriormente, y a raíz de la formación del Gobierno rojiverde, los ecologistas insistieron en reclamar la desaparición de todas las centrales nucleares y en poner una fecha fija para ello.
Previamente a la negociación de ayer se habían celebrado una serie de discusiones cuyos resultados, según fuentes gubernamentales, fueron lo suficientemente satisfactorios como para que desde el Ejecutivo se esperase cerrar la negociación con un éxito histórico.
Por parte del Gobierno han intervenido en las conversaciones el ministro de Medio Ambiente, Jörgen Trittin, miembro del partido ecologista de Los Verdes, que forma coalición con el partido socialdemócrata de Schröder, y el ministro de Economía, Werner Müller, del SPD.
El cierre de las centrales nucleares se ha convertido en uno de los temas que más fricciones ha generado en las relaciones entre los dos partidos que forman la coalición gubernamental, ya que Los Verdes siempre han llevado en su programa el abandono de la energía nuclear.
Tercera parte de energía
En varias ocasiones ha habido señales de que las conversaciones entre el Gobierno y los representantes de los cuatro grandes operadores que participan en las negociaciones -RWE AG,Veba AG, Viag AG y EnBW- han estado a punto de alcanzar un acuerdo. Las cuatro compañías juntas producen alrededor de la tercera parte de la energía que se consume en Alemania.
"Somos cautelosamente optimistas sobre la habilidad de los negociadores para alcanzar un acuerdo próximamente", declaró el fin de semana un portavoz de RWE.
Si no se hubiese llegado al acuerdo, el Gobierno había anunciado que aprobaría una ley por su cuenta sobre el calendario del cerrojazo nuclear. Las eléctricas alemanas habían amenazado con reclamar judicialmente indemnizaciones por las pérdidas económicas derivadas de un cierre forzoso, y urgieron al Gobierno a esforzarse en alcanzar un acuerdo. Las negociaciones se han visto alteradas por movilizaciones en favor de que se prohiba el transporte de residuos nucleares, un problema que queda pendiente. El Gobierno anunció en enero que el próximo agosto levantará la moratoria aplicada por el anterior Ejecutivo a este tipo de transporte, porque durante muchos años los contenedores de residuos radiactivos han circulado con fugas.
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