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MARC ALMOND MÚSICO

"La electrónica es una forma de hacer música como otra cualquiera"

Gafas magenta, cabello teñido de rubio, vestimenta tejana y tatuajes. Marc Almond, que esta noche actúa en el Sónar, dijo ayer que Soft Cell, el dúo de technopop con el que se hiciera famoso, volverá en breve a la palestra: "No será debido a una operación monetaria, ni tan siquiera se tratará de reactivar la carrera de Soft Cell. Sólo pasa que Dan Bell y yo tenemos una química especial trabajando, y tras 15 años de separación ya era hora de volver a hacer un disco juntos", dijo ayer Marc Almond en Barcelona.Incidiendo en la vuelta de Soft Cell, Almond, convertido en un imparable torrente de palabras, significó "no apelamos a la nostalgia, la nostalgia es algo demasiado personal como para evocarla públicamente. Ocurre que Dan es perfecto como hacedor del marco musical para mi voz, es el mejor que he conocido", afirmó. Lo que en todo momento quedó claro es que la reunión, planeada hace tiempo y pospuesta por compromisos varios, será puntual, "algo así como subsanar nuestra precipitada separación de hace años. Yo estoy muy satisfecho de mi carrera en solitario y no pienso abandonarla", remachó.

Sobre su presencia en el Sónar, Almond indicó: "Estoy contento por dos motivos. Uno por el propio festival, que es excelente, y otro porque me permite volver a Barcelona, una ciudad en la que pasé unos años espléndidos entre mediados de los ochenta y comienzos de los noventa". Preguntado por si volvería a visitar los locales nocturnos de los que fue asiduo, Marc respondió: "Desde luego que quiero volver a vivir la noche de esta ciudad, una ciudad que vive de noche y que conecta con el espíritu de mi último disco. Hace tiempo que no estoy por aquí, y no sé si Barcelona habrá cambiado mucho aunque supongo que en sustancia continuará igual". Almond explicó un proyecto literario en el que está trabajando: "Es un libro de viajes por las noches de las diferentes ciudades que he conocido, un libro para conocer sus ambientes y sus misterios". Preguntado por algún pasaje turbio de su paso por Barcelona, Almond narró una situación que en su boca pareció cómica: "Saliendo de un club algo intoxicado me abordaron unos skins. Me empujaron y me tiraron al suelo, y cuando ya esperaba una paliza resultó que se limitaron a robarme mis botas Doctor Martens".

De lo que este héroe del glamour considerado por muchos como una auténtica diva se mostró en extremo satisfecho es del éxito que en Inglaterra está teniendo Tainted life, su autobiografía.

Almond se declaró bastante ecléctico y con un gusto no monopolizado por la electrónica, "una forma de hacer música tan válida como cualquier otra". Y añadió: "De hecho me gusta mucho la música tradicional y cualquier tipo de instrumento, no sólo los digitales". Autodefiniéndose como "un artista de experimental-thrash-pop", Almond reclamó "la importancia de las letras incluso en la música de baile. Me gustan las canciones que explican cosas relativas a la vida, hasta el punto de que la música es el mero soporte de estas letras y de mi voz".

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