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SECUELAS DEL TEMPORAL

Las constructoras del puente eluden pronunciarse sobre el hundimiento

Técnicos del Ministerio de Fomento y de las empresas que participaron en la construcción del puente de Esparreguera que se desplomó el pasado sábado se desplazaron ayer hasta el lugar del siniestro con el objetivo de averiguar las causas del hundimiento. Ninguno quiso pronunciarse sobre las razones de lo ocurrido, a la espera de una "versión oficial". Algunos expertos apuntan a un desplazamiento de tierras provocado por las lluvias y a la pérdida de la base de anclaje del viaducto como hipótesis que explicarían el desplome.

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Técnicos del Ministerio de Fomento -unos de Madrid y otros de Barcelona-, de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la última de las firmas que trabajaron en el viaducto, y de Dragados, la primera empresa que hizo parte del puente, se personaron ayer en Esparreguera, en el lugar donde hasta el pasado viernes hubo un puente.Sin embargo, todavía no existe una explicación oficial sobre los motivos que se esconden tras el hundimiento del viaducto. Ninguna de las constructoras que participaron en la edificación y posterior ampliación del puente de la nacional II quiso pronunciarse sobre las causas del desastre. "Ya que estamos colaborando, es mejor que hablemos con una sola voz", apuntó la jefa de prensa de Dragados, Ana Portillo.

Las primeras versiones no oficiales señalan dos causas. La primera de ellas es el llamado efecto terremoto. De acuerdo con esta hipótesis, las lluvias provocaron un desplazamiento considerable de tierras -de unos seis o siete metros, según un portavoz de FCC- que a su vez dio lugar a una especie de temblor en la estructura del puente, un efecto muy similar al que hubiera producido un terremoto. La consecuencia pudo ser la rotura de uno de los pilares y el consiguiente desmoronamiento del tramo que éste soportaba.

La segunda hipótesis que barajan los técnicos es la de la pérdida de la base de anclaje, según la cual el colapso se produjo debido a que la tempestad y la riada arrastraron tierras hasta vaciar las bases sobre las que se apoyaban los pilares. Éstos, carentes de soporte, se hundieron arrastrando con ellos el tramo del puente afectado.

Por otra parte, un ingeniero experto en obras públicas que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que si los pilares del puente se hubieran levantado sobre roca viva, habrían resistido sin problemas.

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En cambio, si el pilar se hubiera construido sobre tierra, podría deberse a que el informe geológico señalaba que la roca estaba más cerca de lo previsto. La empresa constructora, al darse cuenta, hubiera podido pedir una modificación del presupuesto inicial, pero no consta que lo hiciera. Este diario preguntó ayer a la empresa Técnicas Reunidas, que junto con Eurocontrol realizó las tareas de asistencia y vigilancia de la obra, si se produjo algún tipo de variación en el presupuesto. Un responsable de esta empresa explicó que era imposible responder ayer mismo a esa pregunta sobre una obra hecha hace tanto tiempo.

El Ministerio de Fomento (en 1990 se llamaba de Obras Públicas y Urbanismo) editó en su momento un folleto sobre el tramo de la autovía entre Igualada y Martorell donde figura el nombre del director de la obra (Leopoldo Piedra Beltrán) y los jefes de ésta, Francisco J. García Martín y Juan Baseda Gómez, pero no el del autor del puente. El ingeniero del ministerio encargado de todo el tramo era Aurelio San Pedro Wandelmer.

El silencio del Colegio

El Colegio de Ingenieros de Caminos es uno de los encargados de visar la obra en el momento de su entrega al ministerio. Ayer, una comisión creada por la entidad estuvo reunida analizando el puente caído y la información que hubiera de facilitarse al respecto. Todos los intentos de saber no ya la opinión de la comisión o de sus miembros sino, simplemente, el nombre del ingeniero que diseñó el puente resultaron vanos. La persona que respondía al teléfono remitía a un comunicado que por la mañana había de ser emitido por la tarde y por la tarde, al día siguiente.

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