Duran defiende la eventual reforma de la Constitución y de los estatutos

El dirigente nacionalista Josep Antoni Duran Lleida censuró ayer de nuevo, en vigilias de la entrevista entre Jordi Pujol y José María Aznar, las opiniones intransigentes contra la reforma de la Constitución y de los estatutos de autonomía. Para el consejero de Gobernación y líder de Unió, "ni la Constitución puede petrificarse, ni el Estado autonómico puede cerrarse" porque de lo contrario "se haría necesario plantear su reforma".Duran hizo estas afirmaciones en la apertura de las jornadas 20 años de Autonomía, 20 años de Parlament, organizadas por la Cámara catalana y por el Instituto de Estudios Autonómicos. En su intervención, el consejero ejerció de portavoz del nacionalismo catalán y contestó a las últimas reflexiones del PP, y en particular a las del presidente del Gobierno, José María Aznar, sobre la necesidad de cerrar el modelo autonómico, que los conservadores consideran que no puede seguir abierto y con continuas reivindicaciones nacionalistas.

En este sentido, el líder de Unió reiteró que el Gobierno catalán apuesta por una relectura de la Constitución y por incrementar el techo competencial de la Generalitat. No obstante, precisó que Convergència i Unió ve innecesaria la modificación de la Carta Magna "porque hay muchas maneras de leerla y reinterpretarla", pero a la vez puntualizó que "sólo la inviabilidad de una reinterpretación o relectura podría llegar a hacer necesario replantear las reformas".

El consejero consideró que para que Cataluña pueda afrontar sus retos de futuro es imprescindible la mejora de la financiación y en este sentido informó de que en el encuentro de mañana jueves en La Moncloa entre Pujol y Aznar, el presidente catalán intentará averiguar hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno en materia de financiación autonómica.

Políticas de campanario

A juicio del líder democristiano, la Generalitat de Cataluña debería incrementar su participación en los órganos centrales del Estado y en concreto citó la representación catalana en los órganos de decisión de la Unión Europea, como un ejemplo del reconocimiento del carácter plurinacional de España.

El presidente del Parlament, Joan Rigol, se sumó a las ideas expuestas por Duran y afirmó que la Constitución "no ha de ser un techo, sino una garantía del derecho de las comunidades [autónomas]". No obstante, señaló que en estos 20 años de autonomía el "clamor social" por el autogobierno ha pasado de ser una cuestión "emblemática" a una consideración "funcional", y alertó de que "el poco margen legislativo del Gobierno catalán y el mucho control al que se halla sometido" pueden llevar al Ejecutivo autonómico hacia el mimetismo administrativo respecto a Madrid y hacia las disputas localistas propias de las "políticas de campanario" más que hacia la gran política.