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El presidente no quiere esperar "al próximo muerto para hablar"

Considera "poco relevantes" las críticas por sus ataques a los nacionalistas vascos

José María Aznar calificó ayer de "poco relevante" el aluvión de críticas que ha recibido de la casi totalidad de las fuerzas políticas por su durísima intervención del pasado jueves, en la que arremetió contra el PNV y le acusó de moverse sólo a golpe de asesinato. "Si quieren, esperamos al próximo muerto para hablar", ironizó frente a quienes han cuestionado la oportunidad de sus declaraciones.

"Yo no soy partidario de eso, pero a lo mejor les parece más oportuno esperar a la próximo víctima", agregó, en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Giuliano Amato.Respecto al tono agresivo de sus palabras, denunciado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente de la gestora del PSOE, Manuel Chaves, entre otros, replicó: "Ni la oportunidad ni el tono tienen nada que ver con la cuestión de fondo, que es la necesidad de un profundo cambio en la política vasca". Los nacionalistas moderados, reiteró, deben recuperar el consenso estatutario, volver a la lealtad constitucional, defender la vida y la libertad de todos los ciudadanos vascos y romper cualquier tipo de acuerdo con Euskal Herritarrok."No me parece aceptable que un partido tenga acuerdos con una organización terrorista o con quienes la amparan", agregó. "Lo puedo decir en voz bajita, como lo he hecho ahora, o subiendo los decibelios. El tono no es lo importante, lo importante es la cuestión de fondo, si se cambia de actitud. Lo demás lo considero bastante poco relevante", concluyó.

De forma implícita, Aznar minimizó los síntomas de un cambio de rumbo del PNV, afirmando que "una cosa son los deseos y otra la realidad". Fuentes gubernamentales explicaron que el Ejecutivo mantendrá la presión sobre el PNV, por considerar que cualquier signo de debilidad en este momento sería contraproducente, como demuestra a su juicio la experiencia del conflicto de la autovía de Leizarán.

Las mismas fuentes indicaron que los nacionalistas vascos mantienen intacta su apuesta por el giro soberanista, que está en el origen de su pacto con ETA, y se mostraron convencidas de que ésta someterá a nuevas tensiones al partido.

En Madrid, el secretario general del PP, Javier Arenas, se refirió a las polémicas declaraciones de Aznar, que a su juicio no fueron el reflejo de una posición "dura o radicalizada" sino la expresión "firme, coherente y clara" de su "compromiso con la democracia", informa Javier Casqueiro. En un acto ante 400 cargos municipales del PP, Arenas homenajeó a los concejales vascos de su partido a los que calificó como "héroes" y "mártires de la democracia española" .

El secretario general del PP indicó que le preocuparon las interpretaciones que Manuel Chaves hizo de las declaraciones de Aznar porque expresó unos "planteamientos con medias tintas, tibios y confusos". "Si tenemos que ser los únicos en mantenernos firmes, con las ideas claras y coherentes, lo vamos a hacer", afirmó.

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Si bien en esta ocasión no pidió que se anticipen las elecciones autonómicas vascas, señaló como "inexplicable" la situación del PNV, porque al simultanear el gobierno del País Vasco con el diálogo con los terroristas contribuye al deterioro de las instituciones.

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