Corazón
Todo gira en torno al músculo maestro. Cientos de especialistas han debatido esta semana sobre las nuevas técnicas quirúrgicas, la placa arteroesclerótica y el miocardio isquémico. Son los nombres del dolor y del miedo. Entre los cardiólogos, Valentín Fuster, director del Instituto Cardiológico del Centro Monte Sinaí de Nueva York, donde Carlos Cano se desprendió de su lesión y escribió otras habaneras. Pero no es un centro sólo para gente con poderes. Hace seis meses, Fuster dedicó los tres millones de dólares del cheque que le entregó un paciente a convertir ese centro en un establecimiento interclasista y abierto a ciudadanos sin recursos. Antes de viajar a Cádiz, el martes, atendió a dos personas: un relevante político estadounidense y a una enferma de Harlem sin un duro.En Cádiz, los cardiólogos han hablado, hacia dentro, de las técnicas no invasivas y de la farmacología. Hacia fuera también hablaban: tildaban de sensacionalista el tratamiento informativo sobre las listas de espera y repetían las receta para un corazón sano. Federico Vallés, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, considera que existe una alarma excesiva sobre las listas.
Se desconoce si Luis Pizarro y Alfonso Perales observan también signos de alarma en otra lista: en la que ha impulsado el presidente de la Diputación, Rafael Román, que les ha infligido esta semana una derrota sintomática y tendrá más delegados de la capital que ellos en el congreso. Los socialistas, que actúan de corazón, también han organizado un simposio sobre las técnicas quirúrgicas no invasivas necesarias para intervenir de urgencia al partido, hoy con poco pálpito.
El tiempo y los votos del resto de las agrupaciones de la provincia dirán si Perales y Pizarro se ponen cardiacos. Si estos dirigentes creen en las premoniciones deberían andarse con cuidado porque dentro de una semana, en el pueblo de ambos, Alcalá de los Gazules, se celebra el concurso automovilístico Marcha Atrás, una exhibición de automóviles y cabezas tractoras que en vez de avanzar, conducen en retroceso. Salvo que alguien extraiga conclusiones de otro tenor sobre el nombre de la iniciativa, la Marcha Atrás está calando en Alcalá pues cumple su cuarta edición. Además Román ha tenido el buen gusto de subvencionar las jornadas. Demasiado corazón.
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