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El espectáculo de las ideas

Metápolis 2.0, presentado como el Festival de la Arquitectura Avanzada y subtitulado por sus organizadores como Tráiler de Ideas para la Nueva Arquitectura, dio comienzo ayer en el Mercat de les Flors como si de un gran espectáculo multimedia se tratara. Situadas en las gradas del teatro, seis grandes pantallas delimitaban los distintos debates sobre los retos que la nueva dinámica social plantea a la arquitectura y el urbanismo. Los mismos títulos de las ponencias: Multientornos, la Re-información, los Procesos AV, los N-Hábi-tats, la Acción j y la E-Culture demostraban la voluntad de crear un nuevo estilo de reflexión concéntrica sobre la arquitectura, acorde con los tiempos actuales.En el fondo, Metápolis 2.0 es un congreso de arquitectura abierto al público, previo pago de una entrada, en el que participan grupos de arquitectos jóvenes de toda España preocupados por responder, desde su perspectiva profesional, a las necesidades y a la evolución de su tiempo. Sus organizadores, el colectivo Metápolis, formado por los arquitectos Manuel Gausa, Vicente Guallart, Willy Müller, Xavier Costa, Enric Ruiz y el grafista Ramon Prat, pretenden también buscar la necesaria conexión de la arquitectura y el urbanismo con otras disciplinas. Es en este sentido que sus debates no están cerrados a su entorno corporativo.

En la realización formal, este festival de las ideas se convierte en una innovadora fórmula que pretende reflejar el concepto de cambio, imaginación, ruptura y novedad con el que quieren abordar la práctica arquitectónica. Así, tras adquirir su entrada, cualquier visitante podía participar en cualquiera de las ponencias simultáneas. Cada espacio estaba iluminado con un color distinto controlado desde una mesa de luces. El control de sonido asemejaba más la mesa de mezclas de un concierto de una gira de cualquier estrella de rock que la de un congreso. Esta fórmula de debatir ideas, en el espacio denominado Think Tank, parecía funcionar entre los asistentes, aunque en ocasiones las voces de los ponentes de los distintos debates se entrecruzaban en un singular guirigay. Bajo las gradas, en la zona denominada Matrix, diversas pantallas de vídeo repetían una serie de palabras con las que se pretendían definir los temas de reflexión del festival

La voluntad de un debate serio, pero distendido, se materializó también en la convocatoria de unas singulares competiciones de Sport Break, en las cuales los propios congresistas pueden participar a lo largo del festival en pruebas de habilidad en deportes como nuevas modalidades de petanca, tenis de mesa y juegos de ordenador. Los ganadores de cada competición pueden obtener como premio una impresora HP.

"Hemos estructurado el espacio en tres zonas: en una, el visitante puede ver una exposición de libros que han representado el germen de lo que aquí intentamos hacer. En el Think Tank intentamos que las ideas germinen y en el Chill Industry Out presentamos a fabricantes osados que demuestran que lo que ideamos puede adquirir forma concreta", explicó Vicente Guallart.

Entre los temas que aparecieron ayer en los debates se encuentra la reflexión de la creación de un nuevo espacio en el que los conceptos naturaleza y urbe se sinteticen en otras categorías mestizas que permitan la integración de ambos hábitats. También las ponencias sirvieron para reflexionar sobre un uso de la tecnología que permita la múltiple especificidad de los productos. Otros debates se movieron en terrenos mucho más conceptuales como el dedicado a la acción, aunque la plasmación práctica de esta reflexión se encuentre en ciertas necesidades de lo efímero que reclama la sociedad.

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