El presidente de la Audiencia reprende al Gobierno por desatender a la justicia en Madrid

El presidente de la Audiencia de Madrid, Antonio García de Paredes, sostiene que los jueces, contra el criterio extendido en algunos sectores, "sí trabajan", y afirma que "la lentitud" de la justicia no obedece a la desidia de los magistrados, sino a "la falta de medios" humanos y materiales con que les ha dotado el Ministerio de Justicia para hacer su labor. García de Paredes lo indica así en la memoria de actividades de la Audiencia correspondiente a 1999. A lo largo de 14 folios, describe la difícil situación por la que atraviesa su instancia judicial, cuya sección civil acumula 25.000 asuntos pendientes.

El presidente de la Audiencia de Madrid, Antonio García de Paredes, reflexiona en la introducción a la memoria sobre la situación por la que atraviesa una de las principales instancias judiciales de la Comunidad.

- Medios instrumentales. "En las secciones civiles [con tres jueces titulares] se termina el siglo o el milenio sin ni tan siquiera haberse implantado la informatización de la gestión procesal. (...) La máquina de escribir, el bolígrafo, la grapadora, los expedientes atados con cuerdas, los pesados libros de registro con anotaciones manuales, las gomas de borrar... marcan la geografía burocrática de las secretarías".

- Instalaciones. Los tres jueces de cada sección no disponen de despachos individuales, sino que comparten una misma habitación. "Si un magistrado tiene una visita, lo normal es que el resto de los magistrados tengan que salir del despacho para que el visitante pueda hablar con el juez con el respeto y confidencialidad adecuados. (...) Si pasamos al despacho de los magistrados, encontraremos, eso sí, un ordenador personal para cada uno (sin impresoras y sin programa de tratamiento de textos) y algunos códigos [legales] trasnochados, no ya porque no existan, sino porque sus sucesivas ediciones y modificaciones no han sido suministradas por el Ministerio de Justicia".

- Carga de trabajo. "Es preciso reivindicar que, cuando se tome la actividad de los jueces de Madrid como objeto de análisis y crítica, se incluya entre los criterios de contraste el número de asuntos, la dificultad de los asuntos, el efecto de la capacidad política, jurídica, económica, social y cultural de Madrid, así como de las condiciones domésticas. (...) Se ha organizado la justicia sobre criterios de urgencia, respondiendo a la llamada de los tambores mediáticos. (...) Los asuntos que están pendientes de juicio o recurso durante uno, dos o varios años están pendientes no porque no trabajen los jueces, sino a pesar del trabajo de los jueces. (...) Ya no se dice que la justicia es lenta, sino que los jueces no trabajan. Esta distorsión ha impedido entrar en el conocimiento de las verdaderas causas del atasco. O, lo que es peor, que conociéndose las causas ni se han expuesto públicamente ni se han tomado las medidas adecuadas. (...) Es necesario sopesar que un órgano judicial no puede estar recibiendo indiscriminadamente un número creciente de asuntos que rebasa la capacidad física y psicológica de sus titulares".

- Secciones penales. A las secciones penales sí ha llegado la informatización, pero su aplicación aún da quebraderos de cabeza a los funcionarios. "La situación [en esta instancia], aunque aparentemente mejor que las de las secciones civiles, puede resultar engañosa. (...) Con graves dificultades se ha implantado el sistema informático Libra (...), por lo que no se puede afirmar en verdad que termine el siglo con la justicia penal informatizada".

- Edificio insalubre. Las secciones penales disponen de un nuevo edificio desde 1996. Un inmueble de 13 plantas y de los llamados inteligentes que no gusta ni a jueces ni a funcionarios. "Pese a su modernidad exterior e interior, no cubre de forma adecuada las necesidades de un tribunal. (...) Su modernidad arquitectónica contrasta con su cuestionable salubridad interior: su hermetismo acristalado, su sistema de tabicación interior, su orientacion hacia determinados puntos cardinales genera un clima sumamente variable, cómodo para unos e incómodo a la vez para otros y de difícil respiración en muchos casos". Respecto a las salas de vistas comenta: "La situación de las salas de vistas, entre pasillos estrechos, genera una promiscuidad entre acusados, testigos, víctimas o asistentes a juicios que en nada contribuye a la tranquilidad y confianza que deben generar la justicia y sus órganos".

- Peticiones de material. "En síntesis, se puede afirmar que el Gobierno, a través del Ministerio de Justicia como proveedor de los medios materiales y personales a la Administración de Justicia, no ha manifestado una especial identificación con los problemas de la justicia en Madrid, al menos en el ámbito de las necesidades de la Audiencia Provincial".

- Auditoría."Sería conveniente la realización de una auditoría en el ministerio para que desde el Poder Judicial se pueda conocer con qué criterios y de qué forma se distribuye y gestiona el presupuesto que cada año se asigna a dicho ministerio (...) para el cumplimiento del mandato legal 'de proveer a los juzgados y tribunales de medios precisos para el desarrollo de su función' con independencia y eficacia".