Aznar y Pujol fijarán las reglas del juego entre PP y CiU para esta legislatura el 14 de junio

José María Aznar y Jordi Pujol tendrán su esperada entrevista el próximo miércoles 14 de junio. Las reglas del juego entre PP y CiU en la presente legislatura y el análisis de la situación en el País Vasco serán, entre otros, los asuntos que se abordarán en este encuentro, que se produce después de un año electoral en el que ambos dirigentes han rehuido el apretón de manos ante las cámaras fotográficas. La última entrevista entre Pujol y Aznar se celebró en febrero del pasado año.

Como un prometedor aperitivo al encuentro, Pujol pareció ayer haber olvidado el conflicto político desatado por la celebración en Barcelona del Día de las Fuerzas Armadas y, en Budapest, rompió una lanza a favor de su relación con el PP, de la cual dijo sentirse "razonablemente satisfecho y tranquilo". El motivo de tal satisfacción no es otro que la prudente actitud del Partido Popular que, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlament, nunca ha puesto políticamente contra las cuerdas a Convergència i Unió (CiU). Es decir, y de acuerdo con las palabras del propio presidente de la Generalitat, los conservadores desde su posición dominante en la Cámara baja no han "hecho nada importante que vaya en contra del programa y los planteamientos", desde el principio de la legislatura.

En Cataluña, a juicio de Pujol, la situación es similar: tampoco se ha tomado ninguna decisión contrapuesta al programa de la coalición nacionalista ni los conservadores han bloqueado acción alguna prevista de Gobierno. Por ejemplo, el presidente comentó la aprobación de los presupuestos de la Generalitat que a su entender siguieron la línea marcada por CiU a pesar de las numerosas enmiendas presentadas por el PP, la mayoría de ellas relativas a inversiones.

"Nos sentimos bastante tranquilos", afirmó, "con el resultado que está dando la legislatura hasta el momento. No sé cómo acabará, pero ya lo veremos en el futuro. De momento, la oposición no nos aplica su ley".

Hasta tal punto Pujol quiso agradar ayer a sus socios parlamentarios del Partido Popular que el presidente restó importancia a todas y cada una de las estrategias políticas e intenciones parlamentarias que los conservadores van anunciando un día tras otro contra los nacionalistas. De este modo, dijo comprender que el PP catalán quiera erigirse ahora como el único interlocutor entre la sociedad catalana y el Gobierno central. "La UCD también lo hizo y los socialistas con Serra, Lluch o Joan Majó. Llevamos muchos años en el oficio como para sentirnos preocupados o ponernos nerviosos", señaló. Y también suavizó la posibilidad de que el Gobierno central cree varias comisiones sectoriales con las diversas comunidades autónomas, y una en concreto sobre temas autonómicos, para bloquear así una posible relación bilateral entre la Generalitat de Cataluña y el Ejecutivo de José María Aznar.

Durante su último día de visita oficial a Hungría, Jordi Pujol inauguró dos fábricas propiedad de empresarios catalanes. En la población de Tarján, Max Plástic ha construido una factoría de termoplásticos, para componentes de automoción, informática y telecomunicaciones, que dará trabajo 126 personas y en la que se han invertido 1.200 millones de pesetas. En la localidad de Mór, Pujol inauguró la fábrica de Estampaciones Martínez que emplea a 40 personas y ha supuesto una inversión de 800 millones de pesetas.