Unió Democràtica propone una federación con Convergència, presidida por Jordi Pujol

Unió Democràtica (UDC) puso ayer su granito de arena para que las relaciones con Convergència Democràtica tengan el deseado final feliz. El portavoz del partido democristiano, Jordi Casas, y la secretaria general de UDC, Núria de Gispert, explicaron el diseño que su partido prepara: una especie de federación entre ambas formaciones y un comité de enlace que actúe como una superejecutiva. Jordi Pujol lo presidirá todo, pero ayer, de momento, estaba enfadado por tener que enterarse por la prena de lo que le afecta tan en primera persona.

El presidente de CDC y de la Generalitat quiso manifestar desde Budapest su disgusto por enterarse del desarrollo del culebrón político por los periódicos sin interevenir en el guión: "Sería bueno que estas cosas las hablásemos primero entre nosotros", informa Josep Garriga. Quien sí habló ayer largo y tendido sobre el tema fue el comité de gobierno de Unió. Fue una ejecutiva que no contó con la presencia del líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, quien será el encargado de trasladar esta propuesta de federación a Pujol. El Consejo Nacional de Unió deberá dar en julio luz verde a esa refundación, que el congreso de UDC tendrá que aprobar en diciembre de este año.

"Esa refundación", en palabras del portavoz Jordi Casas, "debe llevar consigo su aplicación a nivel territorial". En cualquier caso, desde UDC se quiso dejar claro que el partido rechaza la fusión sugerida por diversos líderes de Convergència, como el candidato a secretario general y a delfín de Pujol , Artur Mas, (ver EL PAÍS del pasado 25 de mayo). En Unió, apuntaron fuentes del partido, Duran Lleida debe mantener equilibrios entre quienes se oponen a la fusión y quienes reclaman -desde CDC- una colaboración más estrecha. Y la propuesta de ayer es una buena salida.

"Somos conscientes de que la coalición está tocando techo, pero la tenemos que mantener y CiU debe estudiar cómo abordar la refundación de la misma creando nuevos instrumentos para un espacio común", afirmó Núria de Gispert. En este nuevo espacio común prevé incluso la posibilidad de que pueda haber afiliados a CiU, sin pertenecer especificamente a uno de los dos partidos.

La refundación sugerida puede llevar a ambos partidos a compartir sus consejos nacionales y sus ejecutivas. Pero, por ahora, todo queda en un montón de proyectos y a la espera de hallar luz verde. Y uno de los cometidos en esta nueva fase de la coalición -y no el menor de ellos- será el que permita saber quién sucederá a Jordi Pujol, una batalla que librarán Artur Mas y Duran Lleida. De Gispert llegó a insinuar ayer que el delfín deberá salir de esa nueva superjecutiva, creada a partir del comité de enlace actual.

Convergència valoró globalmente la propuesta como un paso adelante. El secretario general de CDC, Pere Esteve, dijo en declaraciones a Ràdio Barcelona que la propuesta de Unió le parece buena por tres motivos: "Porque ambos partidos trabajan en la refundación; porque la palabra refundación ya supone un intrumento nuevo y porque se está dando cumplimento a lo acordado en el documento Horitzó 2010". Esteve remachó el clavo de su satisfacción con el hecho de que Jordi Pujol sea propuesto para encabezar el órgano común de ambos partidos.

El secretario de organización de CDC, Lluís Corominas, agregó que la importancia de la iniciativa radica en que Unió la ha hecho en positivo y que "propugna llegar a algo más sólido -el nombre no hace la cosa- de lo que tenemos en la actualidad".

Desde la cúpula de CDC se expresó satisfacción por el hecho de que Unió haya reconocido que el proceso de acercamiento enttre ambas formaciones es irreversible (ver EL PAÍS del pasado 1 de junio).