El republicano Lazio desafía a Hillary Clinton tras el abandono de Giuliani
Rick Lazio cuenta con una considerable baza electoral: no es Hillary Clinton. El nuevo candidato republicano al puesto de senador por Nueva York, que fue nombrado oficialmente por su partido el pasado martes, espera contar con la profunda antipatía que despierta la primera dama en los sectores más conservadores, e incluso moderados, de la sociedad neoyorquina para ganar una batalla que algunos dieron por perdida tras la inesperada retirada del alcalde de la ciudad, Rudolph Giuliani. Pero en sus dos escasas semanas de campaña, Lazio, un joven y casi desconocido congresista de Long Island, ha demostrado que puede plantar cara a la mujer del presidente norteamericano. "Empecé esta campaña sin ilusiones. No soy el favorito en esta carrera. Mi rival tiene más dinero y es más conocida. Llega a Nueva York con todo el apoyo de la izquierda, desde los pesos pesados de Washington hasta la élite de Hollywood (...), pero yo tengo una ventaja de la que ella nunca podrá presumir: puedo ser yo mismo y, ante todo, soy un neoyorquino". Con estas palabras, Lazio agradeció el pasado martes en Búfalo su nombramiento por los delegados del Partido Republicano, más tranquilos tras los momentos de indecisión que causó la dimisión de Giuliani. El que iba a ser la mejor baza conservadora contra Hillary Clinton decidió hace dos semanas retirarse de la batalla electoral para seguir un tratamiento contra un recién descubierto cáncer de próstata. Los últimos sondeos confirman que la candidatura de Lazio puede suponer una seria amenaza para las esperanzas demócratas. Según una encuesta publicada el pasado 24 de mayo por la empresa Zogby International, Clinton sólo tiene dos puntos de ventaja frente al recién llegado, cuando hace tan sólo dos semanas lideraba con un confortable 46% frente al 32% de su nuevo rival conservador.
Enrico Rick Lazio, 42 años, de origen italiano, semblante amable y sonrisa impoluta, casado con una irlandesa católica, Patricia, y padre de dos hijas, es el típico producto de la clase media neyorquina de los suburbios, la base electoral de su partido y su baza frente a los liberales de la Gran Manzana.
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