_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La resistencia

Miguel Ángel Villena

Ecologistas de Greenpeace y defensores de la huerta valenciana; agricultores en contra de la comida basura y arquitectos partidarios de la rehabilitación y no de la destrucción de El Cabanyal; cineastas que retratan la vida cotidiana más allá de los estrechos márgenes de cuatro aburridas paredes; escritores que fabulan sobre las pasiones individuales con un friso histórico de fondo; sindicalistas que proponen las 35 horas de trabajo semanales no sólo como una alternativa al paro, sino también como otro modo de disfrutar del ocio y del tiempo libre; economistas que rechazan de plano que el neoliberalismo y el mercado sean las únicas varas de medir en una sociedad cada día más segmentada y clasista; sociólogos que valoran más a las personas que a las estadísticas de población; jubilados que reclaman pensiones que permitan algo más que la pura supervivencia; jóvenes que optan por la solidaridad antes que por el triunfo a cualquier precio; cooperantes dispuestos a entregar su trabajo y su alegría en las regiones más pobres, en los países más castigados por las guerras, en los pueblos más remotos; médicos que conciben la sanidad como un derecho de los pacientes y no como un negocio; militantes de Amnistía Internacional que denuncian torturas y violaciones de los derechos humanos allá donde se produzcan.A pesar del pesimismo que a veces cunde entre aquellos que se oponen al pensamiento único, la sociedad civil se mueve, se articula, protesta, se indigna, organiza manifestaciones y promueve campañas en una tupida malla de resistencia. Pero pocos son aquellos que se atreven a reconocer fracasos, a ensayar nuevas políticas, a impulsar un debate. Así, cobra un significado especial que un político de la socialdemocracia alemana como Oskar Lafontaine publique un libro con el elocuente título de El corazón late a la izquierda (Paidós) y diga: "Tengo que tener unas ideas, unas convicciones y defenderlas aunque todo el mundo esté en contra de mí. Si todo el mundo opta por la misma moda, todos vestiremos igual. Así se construye el pensamiento único".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_