El juez aplaza la declaración del policía sobre la muerte de Mayka
El juez de Instrucción 14 de Madrid aplazó ayer por una cuestión formal la declaración del policía que halló muerta a su novia, María del Carmen Pérez, Mayka, de 30 años, con un disparo en la cabeza. El agente, Ángel de A. F., de 32 años, se presentó a declarar en el juzgado acompañado de un abogado. El juez le informó que había sido citado como testigo para prestar declaración y que, por lo tanto, no era necesaria la presencia del letrado en las dependencias judiciales.
Tanto el fiscal como el abogado que representa a la familia de la joven fallecida, Jaime Sanz de Bremond, pidieron al juez Carlos Valle que la declaración del agente se produjese en presencia de su letrado por si de ella pudiera derivarse algún tipo de responsabilidad del policía en la muerte de María del Carmen.Según Sanz de Bremond, el juez denegó esta petición, por lo que han decidido estudiar la posibilidad de presentar un recurso ante la Audiencia Provincial contra la resolución del magistrado o, en su defecto, si reconsideran su postura y aceptan que el policía declare sin abogado.
María del Carmen Pérez Márquez falleció el pasado día 19 de un tiro en la cabeza en el piso de la calle de Ramón Pérez de Ayala en el que convivía con su novio. El disparo fue efectuado con el arma reglamentaria de Ángel de A. F., funcionario de la Comisaría General de Información (antiterrorista). Éste ha declarado que encontró a su novia ya herida por un disparo en la cabeza tras discutir previamente con ella en otra habitación de la casa. La víctima estaba tendida en la cama del dormitorio rodeada de sangre. El hombre aseguró que trató de reanimarla, pero no lo logró.
Tanto la víctima como su novio fueron sometidos a la denominada prueba de la parafina. Sólo se hallaron restos de pólvora en la mano derecha de la mujer. Las de él estaban limpias.
Acta policial
En el acta que recoge los detalles de la prueba, los especialistas policiales dejaron constancia, según el letrado de la familia de la fallecida, de que Ángel se había lavado las manos antes de someterse a la mencionada prueba, al tenerlas manchadas de sangre.
El abogado cree que el policía estuvo solo menos tiempo con el cadáver del que se ha dicho -la familia llegó a hablar de dos o tres horas-, aunque insistió en que "para manipular lo que había, a un cuarto de hora le sobran cinco minutos".
Según Sanz de Bremond, al agente, que ha cambiado de imagen y se ha cortado el pelo, no se le recogió para su analisis la ropa que llevaba puesta, donde podrían encontrarse restos de pólvora. Además, su madre le lavó la ropa. El letrado de la familia aseguró que todavía no se conocen los resultados de la autopsia ni del informe balístico y mantuvo que ninguna prueba es determinante, en referencia a la practicada sobre la mano de la víctima, en la que se hallaron restos de pólvora.
Según Sanz de Bremond, la prueba de la parafina "no significa absolutamente nada porque podría dar el mismo resultado si la víctima hubiera tocado el arma ya disparada", y recordó que el agente tendrá que explicar en el juzgado por qué se lavó las manos. "En cualquier hecho violento como éste, en el que no hay testigos, no hay una prueba científica que por sí misma sea determinante de nada", añadió. El letrado precisó que el juzgado ha acordado recabar la mayor cantidad posible de información para aclarar la muerte de la joven y que la Brigada de Policía Judicial sigue tomando declaración a personas relacionadas con la pareja.
Sanz de Bremond dijo que "la historia que ha contado el policía contradice la información que se desprende de las declaraciones de los amigos de la pareja. Llama la atención que algunos testigos hayan dicho que ella estaba deseando romper la relación y que él había amenazado con suicidarse si le dejaba, llegando incluso a ponerse una pistola en la sien". El letrado recordó que algunas amigas de la víctima han declarado que ésta recibía malos tratos, físicos y psíquicos.
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