Aviones israelíes sobrevuelan Beirut como advertencia a Líbano
Decenas de militantes y simpatizantes de la guerrilla islamista Hezbolá volvieron ayer a manifestarse, por cuarto día consecutivo, ante la frontera con Israel, lanzando piedras e insultos a los soldados israelíes. El Gobierno de Ehud Barak, como respuesta, envió a sus aviones a sobrevolar Beirut, rompiendo sobre la capital libanesa la barrera del sonido y recordando a sus habitantes su vulnerabilidad.
Las estrictas medidas policiales adoptadas por el Gobierno de Beirut y el despliegue de los cascos azules de la ONU fueron ayer incapaces de impedir que decenas de militantes de la guerrilla islamista de Hezbolá se concentraran de nuevo en la frontera internacional con Israel, para acosar desde allí a los soldados hebreos con piedras e insultos. Un grupo de ellos logró a primera hora de la mañana derribar una parte de la valla fronteriza e infiltrarse 300 metros en el interior del territorio israelí, por lo que los soldados que custodiaban la zona expulsaron a los invasores disparando balas de goma. Dos de los manifestantes resultaron heridos levemente.
La gravedad de estos incidentes, que se suceden en los últimos días en el paso libanés de la Puerta de Fátima, que coincide con el israelí de la Buena Verja, empieza a preocupar profundamente al Gobierno de Israel, que decidió ayer enviar una señal de advertencia a Líbano, haciendo volar sobre su capital una escuadrilla de cazas para recordar a sus habitantes su fragilidad e indefensión.
Los ocho aviones efectuaron varias pasadas sobre la capital, rompiendo sobre ella la barrera del sonido, provocando una serie de estampidas encadenadas y la consiguiente alarma entre la población.
Operaciones de advertencia como ésta han sido utilizadas sistemáticamente por el Gobierno israelí durante los últimos 22 años para minar la moral de los habitantes de la capital. En esta ocasión, aparentemente, el objetivo no se logró, ya que por la tarde se reprodujeron los incidentes fronterizos.
Por otro lado, un cristiano libanés resultó muerto de un disparon efectuado por un militante de Hezbolá cuando un grupo de campesinos se cruzó con una columna de guerilleros islamistas en una aldea del sur de Líbano. Por causas que se desconocen, se entabló una discusión entre uno de los campesinos y un joven guerrillero que disparó contra el cristiano libanés.
La situación de tensión que se vive en la frontera israelí-libanesa no impidió que ayer por la mañana un grupo de antiguos milicianos del Ejército de Liberación de Sur de Libano (aliado de Israel), regresaran a Líbano, después de haber permanecido varios días refugiados en Israel, donde habían huido ante el avance de la guerrilla. "Hemos sido tratados como animales en Israel. Prefiero ser juzgado en Líbano antes que vivir en Israel", aseguró uno de estos milicianos, que, junto con otros 12 hombres, 7 mujeres y 9 niños, regresaron a su país natal, dejando atrás los campos de acogida del lago Tiberiades y de Carmiele, junto al mar Mediterráneo, donde se concentran más de 6.500 refugiados, con su jefe, el general Antoine Lahad, al frente.
El Gobierno de Israel anunció ayer su intención de no caer en provocaciones y guardar la serenidad, ya que "cada día o cada semana de calma refuerzan las posibilidades de llegar a una estabilización en la situación del sur de Líbano". El primer ministro israelí, Ehud Barak, que empieza a sacar rendimiento político del repliegue militar, elaboró estas reflexiones en la reunión semanal del Consejo de Ministros, en la que aseguró que la operación de retirada del sur de Líbano había acabado ya en su totalidad, de acuerdo con la Resolución 425 de Naciones Unidas, dictada en 1978. Ayer, la oficina de prensa de Barak informó de una llamada del presidente de EEUU, Bill Clinton, en la que felicitaba al primer ministro israelí por la retirada de Líbano. Ambos dirigentes decidieron reunirse en los próximos días, probablemente en Berlín, aprovechando la gira europea de Clinton.
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