El jefe de los GRAPO preparó los explosivos del asalto al furgón de Vigo

La policía ha identificado las huellas digitales de Fernando Silva Sande, jefe de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), en una de las bombas lapa utilizadas el pasado día 8 en el sangriento asalto a un furgón blindado en Vigo (Pontevedra). En el atraco murieron acribillados a balazos dos guardas jurado de la empresa Prosegur, pero los terroristas no consiguieron llevarse el botín, de unos 300 millones de pesetas. La Policía también ha identificado a dos jóvenes, hasta ahora sin fichar y provenientes de grupúsculos de extrema izquierda, como integrantes del grupo armado que actuó en el asalto, según fuentes de la investigación.En el atraco del pasado día 8 intervinieron cuatro personas, tres hombres y una mujer que, en plena calle, reventaron con tres bombas lapa un furgón blindado. A continuación, armados con fusiles automáticos, acribillaron a balazos a los tres guardas de seguridad que viajaban en el vehículo y que intentaron repeler el ataque. Sólo uno de los agentes salvó la vida.

Los asaltantes no pudieron hacerse con el botín y, en su huida, dejaron abandonada una mochila con otras cuatro bombas adherentes, todas ellas de fabricación casera y elaboradas con un explosivo llamado pentrita, que el GRAPO ya utilizó anteriormente en acciones de las mismas características. En una de las bombas abandonadas la policía encontró las huellas de Fernando Silva Sande (Carnota, A Coruña), un veterano activista que, desde su huida de la cárcel de Granada en 1992, dirige en la clandestinidad los restos de esta fantasmal banda terrorista, surgida en la transición como brazo armado del Partido Comunista de España (Reconstituido).

El hallazgo de las huellas de Silva Sande descarta definitivamente la otra hipótesis manejada por las Fuerzas de Seguridad, que también sospechaban de la posible participación en el asalto de una banda de delincuentes hispano-portuguesa, autora de dos acciones similares en Vigo en los años 1994 y 1995.

Sin embargo, la Policía aún no ha podido determinar si Silva Sande intervino personalmente en el atraco, ya que no se descarta que participase en la elaboración de las bombas y encargase el asalto a otros miembros de menor escala dentro de la organización. Los investigadores creen que los GRAPO han logrado reclutar en los últimos meses nuevos activistas entre grupúsculos juveniles de extrema izquierda. Así al menos lo indican las identidades de dos de las personas que se supone participaron en el atraco de Vigo.