Aznar acusa a Pujol de falta de responsabilidad institucional por su actitud ante el desfile militar
José María Aznar reprochó ayer al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su falta de "responsabilidad institucional" por sus declaraciones ante la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, fue aún más lejos y señaló que "probablemente la ciudadanía dará una lección a unos cuantos", en alusión a las protestas por dicha celebración. Pujol manifestó la víspera, en una declaración institucional, que consideraba "legítimas" las protestas procedentes de grupos pacifistas y nacionalistas, a las que se han sumado las juventudes de su partido.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó ayer la conferencia de prensa conjunta que ofreció en La Moncloa con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, para pronunciarse sobre la actitud de Pujol ante el Día de las Fuerzas Armadas. El pronunciamiento de Aznar se explica por el profundo malestar que ha causado en La Moncloa la actitud pasiva que, a su juicio, ha adoptado el presidente de la Generalitat ante el cúmulo de protestas de grupos pacifistas y nacionalistas catalanes por la celebración, hoy, del desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona. Esta "actitud pasiva" se concretó, según Presidencia del Gobierno, en la apelación de Pujol a la "legitimidad" de las protestas contra el desfile, en una declaración institucional de la víspera, que ha hecho de un asunto menor una auténtica bola de nieve.Aznar trató ayer de precisar su posición ante los medios de comunicación. Por una parte, admitió que el "modo de celebración" del Día de las Fuerzas Armadas es "opinable". Pero a renglón seguido diferenció y apeló, en clara alusión a Pujol, a la "responsabilidad institucional que es necesario manifestar en cada caso". El presidente del Gobierno abundó en que el desfile militar en Barcelona se produce dentro de la "normalidad" y no constituye "ningún tipo de situación excepcional".
Precisamente, a ello se refirió el ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros que precedió a la intervención de Aznar. Cabanillas recordó el distinto papel que están desempeñando las Fuerzas Armadas españolas en la etapa democrática respecto a la época franquista o en un pasado más remoto. Como botón de muestra recordó que unidades del Ejército español desfilarán próximamente en París, como lo hicieron el año anterior. "A nadie se le ocurrirá hablar de los Tercios de Flandes por ese desfile", apuntó irónicamente el portavoz del Gobierno.
También apeló a la intervención de las Fuerzas Armadas españolas en misiones de paz en países en conflicto y recordó los reconocimientos públicos que han tenido desde diversos países y desde la propia ONU, en un esfuerzo por explicar que estas Fuerzas Armadas nada tienen que ver con las de otros tiempos. En este sentido, el ministro portavoz vaticinó que hoy "la ciudadanía dará probablemente una lección a unos cuantos" en Barcelona, en alusión a los grupos de protesta.
Pero Cabanillas no se quedó ahí. También se refirió al presidente de la Generalitat y le pidió una "reflexión" sobre las consecuencias que pueda acarrear su actitud ante este desfile en la sociedad catalana. "Ya va siendo hora de zanjar estas polémicas", añadió el ministro portavoz.
Cabanillas negó que el Gobierno no hubiera informado con suficiente antelación al presidente de la Generalitat de la celebración del desfile militar. Precisamente ayer mismo, el ministro de Defensa, Federico Trillo, aseguró que su antecesor, Eduardo Serra, había informado "hace ya mucho tiempo", concretamente en marzo pasado, a Pujol de la celebración del desfile en Barcelona.
Pero Trillo amplió su explicación en los micrófonos de RNE: "Cuando me hice cargo del ministerio, a partir del 2 o 3 de mayo, lo primero que hice fue contactar con el presidente de la Generalitat, en su carácter, además, de primera autoridad del Estado en Cataluña. Él conocía el asunto y lo único que había ocurrido es que durante las semanas en que hubo el tránsito de un Gobierno a otro, en esos 10 o 15 días, quizá faltó una comunicación fluida, una atención específica a este punto".
